IGP Carne de Cantabria IGP Carne de Cantabria
El sello de calidad, confianza para el consumidor. El reto de la calidad está en el punto de mira de todos los actores implicados... IGP Carne de Cantabria
El sello de calidad, confianza para el consumidor.

El reto de la calidad está en el punto de mira de todos los actores implicados en el sector agroalimentario en la Unión Europea. Su adecuada gestión es clave y estratégica para afrontar el presente y el futuro con garantías. Los cada vez más rigurosos controles higiénico -sanitarios y la imparable compentencia interior y exterior obligan a los productores –principalmente– y al resto de los participantes en la cadena alimentaria –también–, a tomar las medidas y someterse a los parámetros que definen las normativas que otorgan sellos de calidad europeos, nacionales o autonómicos.

El cliente cada día está más informado y cada día es más exigente. Además, para ganarse la confianza del consumidor, tanto doméstico como en el circuito de la restauración-hostelería es necesario acreditar aspectos como la regularidad, la seguridad y por supuesto la calidad.

La política europea en materia de calidad agroalimentaria reconoce y protege las denominaciones de determinados productos específicos que están relacionados con un territorio o con un método de producción.

Este reconocimiento se traduce en los logotipos de calidad que permiten identificar los productos de calidad diferenciada en la Unión Europea y que, mediante controles específicos, garantizan, además, su autenticidad. Dos de ellos tienen connotación geográfica (Denominación de Origen Protegida o DOP e Indicación Geográfica Protegida o IGP) y el tercero se relaciona con métodos de producción tradicionales (Especialidad Tradicional Garantizada o ETG).

Desde 2001

En Cantabria, además de la DOP que tienen el Queso Picón Bejes-Tresviso, el Queso Nata de Cantabria y los Quesucos de Liébana –y de forma transitoria la Miel de Liébana y la Miel de Campoo-Los Valles–, existen cuatro alimentos con la IGP: Carne de Cantabria, Sobao Pasiego, Vino de la Tierra Costa de Cantabria y Vino de la Tierra de Liébana.

Respecto a la IGP Carne de Cantabria, el sello de calidad se remonta a 2001, cuando fue publicado en el BOE el reglamento de la IGP y su Consejo Regulador. En el mismo se estable que la zona de producción, crianza y engorde del ganado destinado a la producción de carne apta para ser protegida por la IGP Carne de Cantabria comprende todo el territorio de la Comunidad Autónoma de Cantabria.

El tipo de ganado apto para suministrar carne protegida, según el reglemento solo puede ser el procedente de las razas agrupadas en el tronco cántabro bóvido castaño cóncavo (Tudanca, Monchina y Asturiana), la Pardo Alpina, integrada por absorción, y la Limusina, adaptada al medio, así como sus cruces.

Estos animales deben alimentarse de acuerdo a las normas tradicionales de aprovechamiento de pastos de Cantabria, comprendiendo los periodos de pastoreo en el monte, según las peculiaridades típicas y que están ligadas a factores geográficos y sociológicos de la Comunidad.
Los animales deben estar mamando de sus madres un mínimo de tres meses, deberán consumir al menos un 50% de sus necesidades alimenticias en forma de forrajes producidos en Cantabria y la alimentación suplementaria a lo largo de todo el ciclo se hará con productos autorizados.

Producción

El sector ganadero de Cantabria se ha ido reconvirtiendo en los últimos años de forma silenciosa y muchos de aquellos 8.000 ganaderos que en la década de los 80 se dedicaban a la leche, actualmente se han transformado en pequeños empresarios que manejan explotaciones de ganado de carne.

En este momento hay 5.469 explotaciones activas en Cantabria dedicadas a la carne. Se trata de un subsector que no se queja del precio que el mercado ofrece por su producto y cuyo número de cabezas de ganado crece año a año, sobremanera las de razas puras, con aptitud cárnica y más fácil penetración en el mercado. El censo del 2007 era de 129.621 cabezas de ganado y actualmente está en 153.325, con un 18% de incremento.

Los datos sobre el número de ganaderos que trabajan amparados bajo este sello de calidad de Cantabria no ha dejado de crecer en estos años. Además de las 434 explotaciones ganaderas registradas en 2015 –en 2010 eran 310– y sometidas a controles periódicos, también están inscritos en el registro de la IGP los tres mataderos de la región (Torrelavega-Barreda, Guarnizo y Reinosa) que certifican las canales amparadas por la denominación, ocho salas de despiece y 97 puntos de venta.

Controles

Para garantizar que se cumple la normativa, desde la Oficina de Calidad Alimentaria de Cantabria (Odeca) cada año se desarrolla un plan de control de la cadena alimentaria en instalaciones, establecimientos, explotaciones, parcelas del operador, mataderos y salas de despiece inscritas en el registro de operadores de la IGP.

Para garantizar la trazabilidad de la carne, se realizan tomas de muestras para la identificación genética en mataderos, salas de despiece y puntos de venta. Trimestralmente se recogen 30 muestras procedentes de diez animales para identificación genética, lo que da un número de 120 muestras al año.

Carne vs leche

Este subsector cárnico, especialmente el que dispone del sello IGP, goza de ventajas competitivas en el presente y de cara al futuro con respecto al lechero. No existen limitaciones ni cuotas de producción; el precio de la carne es bastante más estable que el de la leche y los márgenes de explotación son suficientemente amplios como para soslayar la precariedad que se ha instalado en el ámbito de la producción láctea.

José Luis Pérez Redactor Jefe

Historiador y arqueólogo, trabajo desde los años noventa en El Diario Montañés donde he sido coordinador editorial de publicaciones y actualmente soy redactor jefe. Escribo de gastronomía desde hace algo más de una década y coordino el suplemento Cantabria en la Mesa.

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