Hojitas de salud

El verano ya se fue y con el otoño llegarán el frío, las lluvias y más adelante las nieves. Parece que el cuerpo pide comidas menos frescas y ligeras y reclama guisos más contundentes y calentitos. Eso está bien. Pero lo más provechoso es el combinar todas las opciones saludables y placenteras en nuestra alimentación, sin descartar nada. Por eso hoy voy a reivindicar unas plantas muy saludables que no deberían faltar en nuestra mesa con la suficiente asiduidad, por ejemplo tres veces a la semana, ya que nos proporcionan salud y felicidad, son: la lechuga, los canónigos y la rúcula.

Las tres son verduras frescas de hoja que se pueden consumir en ensaladas, como guarnición de carnes y pescados, de complementos en bocadillos y hamburguesas y hasta en infusión. Por sus propiedades depurativas, restauradoras de la función intestinal y neutralizadoras del exceso de calorías no deberían faltar de nuestra mesa ni en los más crudos meses de invierno.

La lechuga tiene muy pocas calorías (17 kcalorías por ración), pocas proteínas, nada de grasa ni de azúcares y mucha fibra de ahí su enorme beneficio cuando se quiera controlar el exceso de peso o neutralizar algunos excesos gastronómicos. Por su riqueza en fibra (2 gr/ración) es un regulador del funcionamiento de nuestro aparato digestivo, combate el estreñimiento y repone la flora intestinal dañada. La lechuga es muy rica en vitaminas y minerales. Destaca su elevado contenido en la vitamina C (4 miligramos por ración, casi el 40% de las necesidades diarias) un potente antioxidante y regulador inmunológico, que puede ayudar a combatir y prevenir los resfriados. También abunda la vitamina K que regula la coagulación de la sangre. Entre los minerales destaca su abundancia en potasio (casi 250 miligramos por ración) que es tan importante para la función muscular y cardiaca, para regular la presión arterial y activar el sistema nervioso.

Los canónigos son unas plantas silvestres que hoy se cultivan y que poseen propiedades nutricionales muy similares a las de la lechuga. Contiene especialmente cantidades significativas de yodo, hierro, antioxidante beta caroteno y vitamina C. Es una planta que pertenece a la familia de las valerianaceas y comparte muchas de las propiedades sedantes y favorecedoras del sueño de la valeriana. Es por eso un complemento ideal para una ensalada ligerita en las cenas.

La tercera planta que no debe faltar, de vez en cuando, en nuestra mesa, sobre todo en ensaladas en combinación con las dos precedentes, es la rúcula. Es una verdura de características nutricionales muy similares a las de las anteriores. Pero también tiene su gracia particular. Se trata de un compuesto llamado glucosinato que, al parecer, es eficaz en la prevención y el tratamiento de diversos tipos de cánceres como el de mama, páncreas y colon.

Mezclar en ensalada estas tres verduras y añadirles alguna cosa más para alegrar tanto verde constituye un plato muy saludable que no debe faltar en nuestra mesa. Yo recomiendo para la cena una ensalada con estas tres verduras y nueces (que aporta la grasa saludable omega 3).