El mango: tropical y delicado El mango: tropical y delicado
Les escribo desde Almuñécar, en plena costa mediterránea de Granada. Es curioso que si trazan una línea desde Santander que pase por Madrid y... El mango: tropical y delicado

Les escribo desde Almuñécar, en plena costa mediterránea de Granada. Es curioso que si trazan una línea desde Santander que pase por Madrid y divida a la península Ibérica en dos partes, el extremo sur de esa línea imaginaria coincide con Almuñécar. A esta zona se le llama el trópico europeo por sus condiciones climáticas extraordinarias que vienen determinadas por la protección de los vientos fríos del norte que le proporciona la muralla de más de tres mil metros de Sierra Nevada, la gran insolación que le otorga su orientación al sur y la humedad que recibe del Mediterráneo. En esta Costa Tropical se crían frutas que solo se dan en climas tropicales, como es el mango.

El mango (Mangifera indica) es una fruta originaria de Asia. Es carnoso, aromático, refrescante y de gran finura. El problema es que es una fruta tan delicada que hace muy difícil su exportación. Suelen exportarse cuando aun están verdes y se maduran artificialmente en cámaras al llegar a su destino. Esto merma sus cualidades organolépticas y saludables. La fruta fresca puede comerse en su temporada, que ahora comienza. Por aquí en Almuñécar se puede disfrutar de los mangos recién recolectados y en su punto. Mangos con un ligero color, muy aromáticos y ligeramente flexibles a la presión con el dedo.

El mango es una de las mejores fuentes de antioxidantes, tan necesarios para mantener a raya a los peligrosos radicales libres que están implicados en la producción de tantas enfermedades graves. Contiene (por cada 100 gramos) unos 30 miligramos de vitamina C, que además de su efecto antioxidante es muy beneficiosa para el colágeno, huesos, dientes, los glóbulos rojos, la absorción del hierro y resistencia a la infecciones.

Contiene de 500 a 600 mg de beta caroteno que, además de un potente antioxidante, es el precursor de la vitamina A tan importante para la visión, la piel, el cabello, los huesos y el sistema inmunológico. También abundan otros antioxidantes potentes como la vitamina E, flavonoides como la quercetina y ácidos como p-cumárico y málico.

También contiene muchas vitaminas del grupo B, en especial el ácido fólico que sirve para fabricar sangre y prevenir problemas nerviosos en los recién nacidos, y que no es muy abundante en la mayor parte de los alimentos.

El mango aporta muchos minerales de los que destacan su elevado contenido en potasio y magnesio, dos de los minerales más importantes para nuestra salud. También aporta calcio, hierro, manganeso, cinc y fósforo.

Un 80 por ciento de su peso es agua. Es muy abundante en fibra que le confiere un cierto efecto laxante y regulador de la flora y de la función intestinal. Apenas contiene grasas y proteínas pero quizá su único defecto sea su abundancia en azúcar (cerca de 15 gramos en un mango de 100 gramos).

Se puede consumir en fresco, solo o mezclado con otras frutas o licuado. Los mangos más verdes se pueden cocinar como si fueran verduras para dar aroma a platos de carne o pescado. Aprovechen que están de temporada y disfruten de esta saludable delicia.

José Enrique Campillo Médico

Catedrático de fisiología y experto en nutrición y alimentación.

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