Licor de café

Ya se nos acaba otro mes, el octavo del año, en el que los hosteleros estamos más ocupados en atender a todos nuestros clientes que tienen a bien visitarnos en esta época estival. La verdad es que es una fecha especial, especialmente en la zona oriental donde vivo habitualmente. Y es que ayer se celebró la tradicional Batalla de Flores de Laredo, que como todos los años congregó a multitud de visitantes en esta vistosa fiesta floral e imaginativa. Pero es que tengo el corazón dividido entre esta, Cantabria mi tierra desde hace ya muchos años, y Calahorra, ciudad donde nací y que en esta época del año celebra sus fiestas patronales en honor a San Emeterio y San Celedonio, romanos decapitados a orillas del río Cidacos, que bordea esta ciudad y que a su vez son patronos también de Santander y otras localidades cántabras.

Pues claro, nos hemos venido a pasar unos días de fiesta aquí. Y la verdad es que hace un calor terrible, con lo que no se me ha ocurrido mejor manera de sofocarlo que con este licor de café.

Licores de café y orujos hay muchos en el mercado, incluidos algunos muy ricos en esta tierra, pero éste tiene un toque especial. Está elaborado íntegramente por un reconocido barista del que ya he publicado distintas recetas en esta tribuna, y con el que suelo colaborar asiduamente en sus proyectos, como éste que luego salen al mercado.

Se trata de una receta muy especial, en la que se ha empleado un café de Etiopía, pero hemos realizado pruebas con muchos otros cafés durante muchos meses, hasta conseguir, al fin, dar con este resultado final, dulce, sabroso y untuoso y con ese deje a café tostado etíope que no dejara indiferente a nadie.

Bueno me voy a terminar la copa y al encierro, que promete ser entretenido. Un saludo y un espreso para el cielo, Miguel, por favor.