La fragancia que ha dejado el vino de La Rioja permanece impregnada en la Plaza Pombo, de Santander, donde ayer por la tarde se bebieron alrededor de
1.000 copas de vino con denominación de origen. La cata popular
‘Lo mejor del vino de Rioja’, que se celebra por sexto año consecutivo, fue punto de encuentro de cientos de ‘narices’ posadas sobre copas para disfrutar del aroma y sabor de un Rioja.
Este vino es de denominación de origen calificada. Solo el Rioja y el Priorato, elaborado en Tarragona, tienen este sobrenombre de ‘calificada’ como garantía de un control riguroso en su proceso de elaboración que se extiende desde las viñas hasta el embotellado.
«No hay que guiarse por el precio ni por el tipo, sino buscar el que a cada uno le proporcione place»
A la cita acudieron 17 bodegas, algunas centenarias. Cada una, con estilo propio y a la vez complementarias, presentaron a los santanderinos sus elaboraciones. Se trataba de la mayor degustación «callejera» de vinos de España, según señaló el portal lomejordelvinoderioja.com, organizador del evento junto con el patrocinio del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Rioja, el Ayuntamiento de Logroño y el Gobierno de La Rioja, en colaboración con el Ayuntamiento de Santander.
«El vino redondo es aquel que se bebe fácil, no tiene aristas ni se pega en la boca»
La Bodega Murillos Viteri comercializa un estilo de vinos suaves, redondos y fáciles de tomar. «Decimos que un vino es ‘muy redondo’ cuando te llena la boca sin aristas, sin quedarse pegado en los dientes. Aquel que se bebe fácil y es agradable al paladar», explica Iñaki Murillo, enólogo de la bodega.
«No hay otro vino a nivel mundial con mejor relación calidad-precio que el vino de Rioja», aseguró Murillo. «A través de Internet puedes recibir en tu casa un gran reserva a seis euros la botella, es decir, 72 euros la caja».
Claves para degustar
Las pequeñísimas moléculas de vino cargadas de información viajaban en cada copa, serigrafiadas con el logo de la organización, y dejaban un reguero de fragancias. Hay 800 sustancias aromáticas que componen el vino, pero un degustador medio sólo puede distinguir una treintena. «Ser un experto no es lo importante para poder disfrutar del vino», es uno de los mensaje que se oían ayer entre los stands de la feria itinerante de vinos.
«Hay 800 sustancias aromáticas que componen el vino, pero un degustador medio sólo puede distinguir 30»
«Es verdad que el mundo del vino está vinculado a un cierto status social y parece que hay que saber mucho para poder disfrutarlo», admite el director del portal organizador del evento, Javier Galiana. «Sin embargo, nuestro objetivo es mejorar la comunicación y acercar el vino a la gente». La nueva regla de oro para todo degustador es: «El bueno vino es el que le gusta a cada uno», apuntaba Galiana. Fin de la discusión.
Todos los bodegueros y expertos reunidos en la cata multitudinaria resaltaban la misma idea entre los asistentes que preguntaban con cierto miedo a meter la pata: «Cómo acertar con el vino».
Un consejo del enólogo Murillo es «no guiarse por el precio» ni tampoco fijarse en el tipo de vino: reserva, gran reserva o crianza, sino que, «hay que encontrar el que a cada uno le proporcione placer. Ese es el mejor vino para ti».
El buen buqué
Los vinos con denominación de origen de Rioja son frescos, aromáticos, de composición equilibrada y excelente buqué, que es el aroma que adquiere su estancia en barricas o botellas durante su proceso de envejecimiento.
Cuando un buen vino inunda nuestras copas, «no se trata de beberlo de un trago y ya. El vino hay que mirarlo, pensar un poco lo que has servido en la copa, olerlo, moverlo y, después sí, llevarlo a la boca», explicaba al público el representante de Bodega Viña Bujanda, Arnaud Lisoir, que aseguraba que, «no es complejo» entender de vino.
«Cuando bebes un vino joven hay que buscar un color púrpura, brillante, notas afrutadas, como el membrillo, o la frambuesa. En un vino de crianza buscas más el equilibrio entre el sabor afrutado y la madera, al haber envejecido en barrica; quizás con toques de pimienta o de vainilla, según la madera», explicaba este francés, experto en vinos.
«Hay que mirarlo, pensar lo que has servido en la copa, olerlo, moverlo y, después sí, llevarlo a la boca»
La Bodega Viña Bujanda tiene 120 hectáreas repartidas en parcelas por La Rioja Alta y la Alavesa. Pertenece a la familia Martínez Bujanda, que es propietaria de cinco bodegas en España. Viña Bujanda ofreció en la feria un variedad de vinos «con muy buena relación calidad precio», aseguraron.
En los diferentes expositores se descorcharon los mejores vinos y los bodegueros explicaron a los interesados sus características. «En la etiqueta de la botella hay un espacio reducido», decía un bodeguero, «por eso que se nos acerquen para saber más sobre nuestros vinos es lo que más nos gusta. Es como hablar de nuestros hijo, siempre gusta hablar bien de ellos».
Los entendidos aconsejan que los vinos de Rioja deben beberse inmediatamente después de abrir la botella para que su aroma no se vea perjudicado por el oxígeno del aire. Esta lección parecía bien sabida ayer en la plaza. Con la copa en la mano no había mejor cometido que seleccionar los cinco vinos que más te apeteciera disfrutar y una vez des saborearlos, paladearlos y, finalmente, tragarlos en la compañía de amigos, bodegueros y expertos del vino de La Rioja.
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