Mermelada de fresas…

… Y Master Chef, en los límites del buen gusto.

Temporada de fresas, una de las frutas que más me gustan y siempre tengo la tentación de comprar las cajas que venden de 2 kilos, con lo cual las primeras que preparamos están en buen estado pero, siendo esa cantidad, al final alguna se nos acaba estropeando y termina en la basura, cosa que queremos evitar por todos los medios. Estamos en el mejor momento para consumirlas, están dulces y sabrosas.

La solución es bien sencilla, fácil de hacer y espectacularmente rica: hacer mermelada.

Para ello necesitaremos un kilo de fresas, medio kilo de azúcar y el zumo de medio limón. Lavamos muy bien las fresas las quitamos las hojas verdes y las partimos en trozos. Ponemos una cazuela al fuego, no muy fuerte, añadimos el azúcar y un chorro de limón. Vamos removiendo y dejamos que se haga lentamente durante aproximadamente una hora hasta que consigamos la textura que queremos de mermelada. Tenemos la opción de pasar la túrmix pero si hemos cortado las fresas no muy grandes en el tiempo de cocción habremos conseguido que de deshagan prácticamente todas y la textura en mi opinión es mejor, pero claro, como todo, es para gustos. Incluso, si queréis meteros en más faena, podéis envasarla en tarros de cristal para su óptima conservación en el tiempo tan solo esterilizándolos al baño maría durante media hora.

No quisiera terminar esta semana sin exponer algo no tan dulce, y que no tenía claro si comentar o no, pero me pareció tan indignante que me he decidido a hacerlo, se trata del programa del pasado martes de Master Chef del que tanto se ha hablado. Como algunos sabéis me he presentado a varios casting de las ediciones de dicho concurso e incluso me ha servido para poder estar con todos vosotros cada sábado en estas paginas. Creo que el esperpento vivido el martes pasado supera todo lo anterior, y eso que con la pasada edición lo tenían complicado. El trato denigrante de un jurado hacia un concursante, siendo grandes cocineros, algunos de ellos, se presten a esa pantomima, me pareció que sobrepasaba los límites del buen gusto. En fin, que han conseguido lo que estaban buscando desde el año pasado, ser trending topic mundial, líderes de audiencia en redes sociales y hacer ruido, pero también destapar que realmente la cocina en si les importa más bien poco y si el puro espectáculo. Lo que realmente duele es que en la cabecera del programa sigan diciendo que buscan al mejor cocinero amateur de España.

Se lo han cargado, y el concurso tiene todos los ingredientes para triunfar como esta haciendo en otros países. Por mi parte, D.E.P. Master Chef España.