Los ‘productazos’ de temporada vamos a combinar en la receta de esta semana, las alcachofas y los mejillones. Ya hemos hablado en más de...

Los ‘productazos’ de temporada vamos a combinar en la receta de esta semana, las alcachofas y los mejillones. Ya hemos hablado en más de una ocasión de los dos en esta tribuna, pero la receta que os traigo hoy es el rizo ya rizado, para que en casa os empiecen a aplaudir y no paren en una buena temporada. Os los recomiendo pero con moderación porque son altamente adictivos.

Para hacer la receta vamos a hacer dos elaboraciones diferentes: las alcachofas las vamos a confitar y los mejillones a escabechar, el resultado es brutal.

En primer lugar limpiamos bien nuestras alcachofas y las reservamos en un bol con agua y una ramita de perejil. Quiero hacer hincapié en el tema de poner limón, no lo hagáis, es preferible una alcachofa un poco más oscura que una que no sepa a lo que tiene que saber, además con el agua y el perejil veréis como quedan estupendamente. Las ponemos en una cazuela y las cubrimos con aceite de oliva, pizca de sal y pimienta y si queréis un poco de perejil picado. Encendemos el fuego y las dejamos a fuego muy suave, no tiene que superar en ningún momento los 75º, durante al menos 30 minutos. Pero como esto no es una ciencia exacta las vamos pinchando con un palillo para comprobar como están; en el momento que entre y salga sin resistencia, apagamos el fuego y las reservamos.

Vamos con los mejillones. Evidentemente los tenemos que limpiar bien. Los abrimos al vapor de la manera tradicional, en una cazuela con tapa, unas gotas de vino blanco y en cuanto se empiecen a abrir los retiramos. Los sacamos de las conchas y nos quedamos con parte del impresionante agua que sueltan, lo colamos con un colador fino y lo utilizaremos con un poco más de vino y vinagre de Jerez para nuestro escabeche.

Ponemos unos cuatro o cinco dientes de ajo, unas chalotas picadas, una hoja de laurel y unos granos de pimienta en una cazuela y lo sofreímos todo unos instantes, bajamos el fuego, añadimos una cucharadita de pimentón picante e incorporamos el agua de abrir los mejillones, un chorrito de vino blanco, otro de vinagre y un vaso de aceite de oliva. Dejamos que vaya cogiendo un poco de temperatura, pero sin que llegue a hervir e introducimos los mejillones ya sin cascara. Apagamos el fuego y listo.

Lo ideal es hacerlos unos días antes de preparar la receta y lo bueno es que se nos conservan en el mismo líquido bien tapados durante una semana o más.

Montamos el plato con las alcachofas y los mejillones como más nos guste, y emulsionamos un poco del aceite de las alcachofas con unas gotas del escabeche. Le ponemos encima unos chips de ajo que le van de cine. ¡Vereis que bueno está!

Ricardo Ezcurdia Cocinero

Para este profesional del mundo de la joyería la cocina es su auténtica pasión, lo que le ha llevado a realizar numerosos cursos junto a grandes cocineros. Esta afición le animó a inscribirse en el concurso televisivo Master chef, donde en alguna edición se ha quedado a escasos pasos de ser seleccionados. Colaborador habitual en Cantabria en la Mesa, pone el contrapunto con sus artículos dando la visión del cocinero aficionado, compartiendo con los lectores sus recetas y sus trucos.

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