Lamentablemente nos queda poco verano y aunque todavía podemos disfrutar del buen tiempo -crucemos los dedos para que sea lo mas posible-, acaban las...

Lamentablemente nos queda poco verano y aunque todavía podemos disfrutar del buen tiempo -crucemos los dedos para que sea lo mas posible-, acaban las vacaciones para los niños, llega la vuelta al trabajo e irremediablemente cambiamos el chip. En breve arrancaremos otra hoja al calendario, pero lo bueno de todo esto es que podremos volver a deleitarnos con los productos de temporada que nos ofrece el otoño, así que renovaremos el contenido de nuestras neveras y despensas y a pensar en recetas nuevas.

Berenjenas, pimientos, coliflor, calabaza y lo que a mi más me gusta, las alcachofas…, pero eso será a partir de octubre. Septiembre nos ofrece un amplio abanico de verduras, entre otras los puerros, que aparte de servirnos para purés, sopas, caldos o sofritos están increíbles cocidos, tanto en caliente como en frío, gratinados o en ensalada con un poco de bonito y una vinagreta.

Las clásicas berenjenas rellenas que todo el mundo ha comido alguna vez, a mi me gusta hacerlas encebolladas para comer solas o como acompañamiento de alguna carne o pescado. Todo parte con un sofrito de ajo y cebolla al que le añadimos las berenjenas cortadas en cubitos. Me gusta siempre dejar la berenjena una vez cortada con un poco de sal para que pierda parte del agua que tiene, aunque quede oscura no me importa porque luego va a estar al fuego un buen rato, pero la perdida de ese agua que suelta hace que sea menos amarga después. Lo dejamos pochando hasta que veamos que están casi desechos nuestros cubitos, rectificamos de sal, pimienta y las añadimos un toque de sésamo tostado. Las podemos comer tanto frías como calientes, están buenísimas.

Las calabazas también son muy recurrentes, aparte de para cremas o purés, para el típico asado que hacemos un domingo. Por ejemplo, con un buen pollo de corral la ponemos troceada en el fondo de la bandeja y la dejamos allí el tiempo que el pollo necesite; quedan unos trozos de calabaza blanditos y dulces que se impregnan con la salsa del asado y resultan un verdadero manjar.

La coliflor, que tan mala fama tiene por su característico olor a la hora de cocerla, resulta deliciosa dejándola un poco ‘al dente’ con un aceite de oliva virgen extra rico y unos ajos, con bechamel y gratinada o en crema con un poco de parmesano; se sale, receta que ya os di unos meses atrás.

Conclusión que se presenta una temporada de productos apasionante para poder disfrutar que ya iremos desgranando poco a poco, y como os suelo decir siempre, la cantidad de alimentos que podemos encontrar en el mercado durante cualquier estación es muy amplia. Es interesante tenerlo en cuenta al hacer la lista de compra. Lo notará nuestra salud… y nuestra cartera.

Ricardo Ezcurdia Cocinero

Para este profesional del mundo de la joyería la cocina es su auténtica pasión, lo que le ha llevado a realizar numerosos cursos junto a grandes cocineros. Esta afición le animó a inscribirse en el concurso televisivo Master chef, donde en alguna edición se ha quedado a escasos pasos de ser seleccionados. Colaborador habitual en Cantabria en la Mesa, pone el contrapunto con sus artículos dando la visión del cocinero aficionado, compartiendo con los lectores sus recetas y sus trucos.

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