Un pan muy de moda para la gente que se cuida mucho

El de espelta contiene mucha fibra y un gluten más fácil de digerir.

El pan de espelta está de moda entre la gente que cuida mucho su salud y su alimentación. Los expertos lo recomiendan por sus beneficios saludables. No hay que olvidar que por cada 100 gramos se inyectan en el cuerpo proteínas, grasas, carbohidratos, fibra, sodio, potasio, calcio, fósforo, magnesio, zinc, hierro y vitaminas tipo E, B1, B2, B3, B6 y B9. Contiene magnesio, calcio, selenio, hierro, manganeso y zinc, además de betacaroteno y niacina, una vitamina que está especialmente indicada para los problemas digestivos. En concreto, facilita la eliminación de químicos tóxicos del cuerpo humano. Contiene glúten, pero según algunos nutricionistas es un gluten débil y esto es precisamente lo que hace que su digestión sea más sencilla. El pan de espelta se elabora con harina procedente de este cereal (Triticum Aestivum) que tiene sus orígenes en Irán y que llegó a Europa en la Edad Media. Desde entonces se cultiva principalmente en Asturias, Suiza, Tirol (Austria) y el sur de Alemania. Entonces era el cereal con el que se elaboraba el pan para las clases más pudientes, quedando el de centeno destinado para las gentes más pobres. Es muy energético y aporta menos calorías que el elaborado con la harina de trigo. Su consumo diario ayuda a disminuir los niveles de colesterol y regula el metabolismo. La espelta es un cereal pequeño y con mucha cáscara, por lo que es complicado adaptarlo a las grandes producciones industriales. Por ello, es un producto caro. La harina de espelta tiene un sabor ligeramente dulce con un toque que recuerda a la nuez. La cosecha por hectárea es inferior a la del trigo y el procesamiento es más difícil, pero la espelta soporta un clima más rudo y es más resistente contra enfermedades. Aun así, en el siglo XX disminuyó el cultivo porque conllevó un bajo rendimiento. En el sur de Alemania se cosecha parte de la producción de espelta en forma cruda para luego tostarla. Se usa para la preparación de panes, cervezas, vodkas, potajes y albóndigas vegetarianas. Este cereal se puede encontrar en grano, que se puede cocinar entero para añadirlo a ensaladas y otras preparaciones, aunque también se puede consumir en forma de germinados, en donde se multiplican los nutrientes y además poseen un sabor dulzón muy agradable. Para hacer un pan de espelta casero, de tamaño mediano, se necesitan 450 gramos de harina de espelta, 125 gramos de harina de fuerza, agua tibia, una cucharadita de sal, una cucharadita de levadura seca de panadería (equivalente a 15 gramos de levadura fresca). Semolina o harina, para la mesa. Aunque lo más fácil es comprarlo en la panadería.