Un municipio para disfrutar

Santa Cruz de Bezana está en constante crecimiento.

Santa Cruz de Bezana, a tan solo ocho kilómetros de la capital cántabra, es un municipio en constante evolución desde 1988. Con una costa sorprendente y algunos monumentos importantes, a los cuales es imprescindible acercarse, este ayuntamiento está formado por las localidades de Azoños, Maoño, Mompía, Prezanes, Sancibrián, Bezana y Soto de la Marina. En total, 12.560 habitantes (2015) en una extensión de 17,2 kilómetros cuadrados. Santa Cruz de Bezana tiene como ilustres vecinos a los municipios de Santander, Camargo y Piélagos, y puede presumir de ser el lugar de nacimiento de José Escandón, nacido en 1700, y que fue virrey de México.

Del municipio son conocidos su espectacular litoral, con playas como la de Covachos, de 500 metros, rodeada por bellos paisajes, y la de San Juan de la Canal, con 200 metros de longitud, una de las más concurridas por los turistas y muy conocida por la Noche de San Juan. También los acantilados de Costa Quebrada y la zona más rural en el interior donde destaca la zona de Peñas Negras y el bosque de Maoño.

En el plano histórico-artístico cabe resaltar un grupo de edificaciones de los siglos XVII y XVIII como la iglesia de San Pedro de Azoños, construcción del XVIII; la iglesia parroquial de Maoño, también del XVIII, en estilo barroco montañés y con retablo mayor de época; la ermita de San Mateo, con una interesante portada, y las iglesias parroquiales de Mompía y Prezanes, ambas de estilo barroco montañés. Del siglo XIX es la iglesia parroquial de San Jorge, en Santa Cruz de Bezana, en cuyo interior se conserva un retablo del siglo XVII, atribuido a Juan de Tolnado Herrera. En cuanto a la arquitectura civil destacan la Casona de Torre-Tagle y la Casona de Portilla, ambas en Maoño, el Palacio de los Mancebo, en Soto de la Marina.

Este municipio fue sede de asentamientos humanos desde el Paleolítico inferior, recogiéndose las primeras referencias escritas relativas a Santa Cruz en los antiguos documentos de la Abadía de Santillana. En la baja Edad Media fue lugar de paso para las mercaderías procedentes de la meseta. Formó parte de las tierras adscritas a la Abadía de Santander hasta que en el siglo XIX se refunda como Ayuntamiento de Santa María de Bezana.

En cuanto a su gastronomía, destacar sus carnes procedentes de reses de la comarca y los pescados y mariscos de su costa.