


Los huevos se pueden comer de de mil maneras. Pero una de las ventajas que tiene el huevo, sobre todo para este caluroso verano, es que se puede consumir frío, acompañando a una gran variedad de platos refrescantes: ensaladas, ensaladillas, gazpachos, salmorejos y todo lo que se les ocurra.
El huevo, en especial su yema, es uno de los alimentos más completos y saludables que existen. Un huevo de gallina es como un complemento multivitamínico y polimineral: tiene de todo. Destacan las vitaminas A, D, E, K, B12 y el ácido fólico y los minerales como el hierro, calcio y fósforo. Contiene dos potentes antioxidantes, carotenoides, que son la luteina y la zeaxantina. Estas moléculas no solo neutralizan a los dañinos radicales libres, sino que tienen un potente efecto en la prevención de alteraciones de la visión.
La luteina abunda en la retina, sobre todo en su mácula, y se utiliza para el tratamiento y la prevención de un problema asociado al envejecimiento, como es la degeneración macular y que puede conducir a la ceguera.
El huevo no tiene azúcares. Tiene un elevado contenido en proteínas de elevada calidad biológica y tiene grasas. La calidad de las grasas depende mucho de la alimentación de la gallina. Cuanto más natural sea la alimentación, más saludables serán las grasas del huevo. Una de las grasas del huevo, que es protagonista de su leyenda negra, es el colesterol. Una yema de un huevo normal de gallina tiene unos 220 mg de colesterol. Pero hoy sabemos que el consumo de un huevo al día no es perjudicial para casi nadie.
En cualquier persona solo el 20 por ciento del colesterol que circula por su sangre viene de los alimentos, el resto lo fabrica su hígado. Además hoy se sabe que para la mayor parte de las personas (un 70 por ciento) el colesterol que llega a su intestino con los alimentos apenas se absorbe. Si la gallina se alimenta en el campo las grasas del huevo son poliinsaturadas y abundantes en omega 3 y el organismo fabricará más cantidad de colesterol del bueno (HDL).
Finalmente hay que señalar que el huevo es el alimento que aporta mayor cantidad de colina. Es una vitamina imprescindible para el funcionamiento del cerebro y para la prevención de problemas mentales, como la falta de memoria. Se usan preparados comerciales de colina o sus análogos para tratar algunas formas de la enfermedad de Alzheimer.
Un asunto importante es el consumir huevos de granja, que sepamos con seguridad que las gallinas tengan la alimentación más natural posible. Las gallinas estabuladas además de alimentarse exclusivamente de pienso, que reduce las propiedades nutricionales del huevo, reciben continuamente tratamientos para evitar las enfermedades propias del hacinamiento y esos fármacos pasan al huevo.
Si consumimos el huevo crudo, solo debemos comer la yema. La clara tiene un antinutriente llamado avidina que solo se inactiva por el calor. Ahora en verano la preparación estrella es el huevo cocido, fácil de transportar y de combinar casi con cualquier cosa.
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