Los viernes, cocinas del mundo en Zacarías

En enero, por 19.9 euros, un buffet con lo mejor de Perú.

La nueva etapa del restaurante Zacarías, con Rosa María Puente Villanueva -sumiller- dirigiendo el restaurante y con su hermano Zacarías al frente de los fogones, se nota en el día a día -en la nueva carta y en los atractivos menús Tradición e Innovación-, pero también en algunas iniciativas que se han puesto en marcha para crear alicientes tanto a los cliente más habituales, como en quienes quieren -y deben- descubrir la nueva etapa de este templo gastronómico, donde lo mismo se cultiva la cocina regional como la cocina de fusión más cosmopolita.

Así, desde el pasado mes de diciembre, las noches de cada viernes se transforman en homenajes gastronómicos a las mejores cocinas del mundo. A un precio muy asequible, por debajo de los 20 euros (bodega aparte), los clientes pueden disfrutar de un amplio buffet con platos fríos mientras que la degustación de los platos calientes es servida en la mesa.

La iniciativa comenzó en diciembre con la cocina francesa; en enero el protagonismo es para la cocina peruana, pura fusión de sabores y tendencias que se plasma en la rica y variada propuesta de platos que se podrán degustar cada viernes por la noche hasta final de mes. Luego llegará el turno para disfrutar y descubrir la cocina siciliana y griega.

Pero antes de llegar a febrero, merece mucho la pena detenerse en la zona peruana, en la fusión de la cocina criolla y chaufa, en el tratamiento de que dan a la amplia gama de materias primas con que cuenta este país, ya una referencia de la gastronomía mundial.

Choros, quinoa, cebiches…

Para quien desee enriquecer su cultura gastronómica estas jornadas resultan obligadas ya que el repertorio de sabores y platos es muy amplio, con buenas ejecuciones y sensaciones que invitan a repetir experiencia.

Entre todos los platos que se proponen destacan inicialmente los choros a la chalaca (mejillones), la quinoa a la jardinera y la causa limeña rellena de marisco, que recuerda a una ensaladilla rusa y que resulta deliciosa.

El picante es una faceta de la cocina peruana que se plasma en cebiches, como el clásico con leche de tigre o en el espectacular con rocoto (pimiento picante), pulpo, jibiones pequeños y corvina. El máximo nivel de picante llega con el rocoto relleno, que luego se compensa con una ligera pero sabrosa sopa de ají (pimiento) con gallina; una receta tradicional que de sencilla que es impresiona. Plato de máxima expresión es el picante de marisco, acompañado de arroz. Un guiso que merece quedarse en la carta del restaurante.

Para maridar esta comida le van muy bien los vinos blancos, como Manía, un Sauvignon Blanc de Rueda. Una buena sugerencia.