Nuevos tiempos, evolución

Llega un momento en la vida que hay quedar el relevo, dejar paso a las nuevas generaciones que siempre podrán aportar al negocio nuevos planteamientos. Y eso ha hecho con talento Zacarías Puente Herboso, un clásico e insigne de la gastronomía de Cantabria, gran maestre de la Cofradía del Queso de Cantabria y empresario destacado. Sin retirarse del negocio, que ha sido y es su vida, Zacarías ha dado el relevo a sus hijos, quienes, tras una reforma del local, modernizando y dando frescura tanto al bar-bodega como a comedor, han reabierto con novedades importantes con las que tienen una doble misión. Por un lado, Zacarías sigue siendo el restaurante de siempre, que trata de dar satisfacciones a su infinidad de fieles clientes; por otro lado, nuevos planteamientos en la carta y en los menús, con la incorporación de especialidades en las que se aprecian interesantes toques de fusión, serán los argumentos para captar a otro público, seguramente más joven y más propenso a las nuevas tendencias de la cocina nacional e internacional.
En la dirección de esta nueva etapa de Zacarías está su hija, Rosa María, con experiencia en el restaurante que la familia tuvo en Madrid y una acreditada profesional en el ámbito de los vinos, algo que se advierte en la nueva carta, donde las referencias más clásicas alternan con otras nuevas y que apetece conocer. Junto a ella está su marido, Juan Luis Diez, mientras que su hermano, Zacarías Puente Villanueva, dirige el equipo de cocina desde donde se plantea una cocina tradicional y de mercado, a la que se suman algunos toques de fusión.

En la flamante carta no se echan en falta platos históricos de la casa como el tomate palenque, las anchoas de Laredo, los quesos de Cantabria y de otras regiones, los maganos encebollados, el cocido montañés, los pescados del Cantábrico, los bocartes, los huevos Arcipreste de Hita o diversos tipos de ensalada.

Degustaciones

Para dar respuesta al cliente que cada día más se decanta por los menús degustación, ahora en Zacarías hay dos propuestas. En primer lugar está ‘Siempre Zacarías’, más clásico, con tomate palenque, ensalada de bonito del norte, bocartes, merluza en salsa de pimientos y queso de los padres cistercienses o rabo de toro, y cremoso de queso de Las Garmillas con jalea de manzana. Su precio es de 30 euros.

La evolución y la modernidad llega de la mano del menú ‘Zacarías Evolución’, con un precio de 35 euros, en el que se incluyen un rico ceviche de merluza de pincho y langostino con cilantro y puré de tomate; ensalada de bacalao al pil pil; pulpo con patatas revolconas; tataki de bonito; solomillo de vaca tudanca con agridulce de cadamomo, crujiente de boniato y puré de peras; y de postre un rico hojaldre de peras caliente.