Un balcón gastronómico sobre la playa de la Concha

En Suances, el Balneario inicia una nueva etapa tras una acertada remodelación y con Pedro Moreno con la batuta entre fogones.

Hay restaurantes para los que su ubicación representa un valor añadido y un motivo suficiente para el cliente que los frecuenta. Nos referimos a enclaves privilegiados donde el comensal puede disfrutar de unas excelentes vistas panorámicas. Si a esta circunstancia, en gran medida determinante, se suma que las propuestas gastronómicas están a la altura esperada, el plan puede ser inmejorable. Un buen ejemplo es el Balneario de Suances, un restaurante que este verano ha estrenado dirección en las personas de Paz Barrio, José Antonio Gómez y Juan José González, que ha sido acertadamente remodelado con sencillez primando la luminosidad gracias a sus grandes ventanales, y que ha fichado para dirigir la batuta entre los fogones a un chef de reconocida trayectoria como Pedro Moreno, que anteriormente ha oficiado con éxito en El Riojano de Santander.

El nuevo Balneario se ubica sobre la playa de la Concha de Suances, que se puede contemplar desde el amplio y confortable comedor: todo un privilegio. Además, en época estival, cuentan con una amplia terraza que da a la calle Palencia y con un servicio para el usuario de la playa, para que pueda disfrutar del aperitivo in situ.

Su propuesta culinaria, para el periodo de arranque y para este época estival donde el trabajo se acumula, Pedro Moreno ha apostado por una cocina tradicional, bien elaborada y pensada para todo el abanico de comensales. La carta es equilibrada y todos los días se elabora un menú del día de 15 euros donde se puede elegir entre cuatro entrantes, cuatro principales y cuatro postres. Incluye una bebida, agua mineral, una copa de vino o una cerveza.

De la carta destaca un importante capítulo de picoteo, en el que destaca con luz propia la tabla de quesos, con Peñalón, Gomber, ahumado y Tresviso. Imprescindibles las rabas de calamar fresco, el pulpo a la gallega, las croquetas artesanas, el revuelto de setas y bacalao, las almejas en salsa verde, las gambas a la plancha, el puding de cabracho, el jamón ibérico de Blázquez y la cecina de Astorga, o la terrina de foie casero.

También se idóneas para compartir las ensaladas, una de ellas con tomate de temporada de Tagle, o el escabeche de codorniz.

La carta dispone de una amplia variedad de raciones para compartir un sabroso picoteo

Cada día Pedro y su equipo cuenta con un guiso de cuchara, pero en verano lo que triunfan son los arroces. Cientos de raciones de paella de marisco, de risottos de carrilleras y boletus, de arroz negro con calamar y gambas o de arroz caldoso de marisco llenan las mesas del Balneario.

Un plato que merece mención especial son las zamburiñas, que tan de moda se han puesto. Pedro Moreno las combina con acierto con unas colas de langostino.

Los pescados y mariscos del Cántabros participan de la oferta según el mercado, pero a diario no falta, entre otras especialidades, el rape en salsa americano, los chipirones a la plancha, el bacalao con tomate o la lubina con calamares en su tinta.

De lunes a domingo hay un menú del día de 15 euros con cuatro opciones para elegir

Espectacular el atún rojo, perfecto de punto y bien acompañado por una guarnición de verduras.

En carnes, la estrella es el chuletón (32 euros/kg), pero también tienen muy buena acogida el entrecot de novilla, las carrilleras estofadas, el solomillo ibérico con verduras o los pimientos rellenos.

Entre los postres caseros, una buena tarta de queso templada, la torrija de brioche y el coulant de chocolate son tres elecciones donde no hay lugar para el fallo.