Largos y notables menús Largos y notables menús
La Mozuca del Agua, en Rubayo, sorprende con su cocina. Pablo Cruz es un cocinero imaginativo, valiente en muchas de sus apuestas, y sobre... Largos y notables menús
La Mozuca del Agua, en Rubayo, sorprende con su cocina.

Pablo Cruz es un cocinero imaginativo, valiente en muchas de sus apuestas, y sobre todo poseedor de una técnica muy depurada. Primero en Caranceja y ahora en Rubayo, sigue dando más que bien de comer, ofreciendo siempre platos en los que deja su sello personal, sin salirse de las normas que rigen la buena cocina. Sin experimentos que puedan desvirtuar la calidad de los productos que maneja. Cruz es un magnífico cocinero que sorprende con sus menús en la localidad del municipio de Marina de Cudeyo, donde cuenta ya con una clientela fiel.

La Mozuca del Agua se encuentra junto a la carrera que lleva desde Astillero a Somo y posee un amplio aparcamiento para su clientes. No es un restaurantes rimbombante, pero resulta acogedor, cálido, familiar. Patricia Ruiz, la jefa de sala, sirve un menú degustación en el que se puede descubrir el notable el trabajo de Pablo Cruz entre los fogones. Para comenzar, sobre la mesa deja un refrescante combinado de limón y manzana, muy rico, un perfecto comienzo para dejar paso, a modo de degustación, a tres tipos distintos tipos de aceite de oliva –cornicabra, picual, arbequina– con otras tantas sales –algas, pimentón y ahumada–. Un inicio de almuerzo que dice mucho del saber hacer del jefe de cocina.

El aperitivo constituye la primera sorpresa de este largo y buen menú degustación: salmorejo con bocarte en vinagre. Excelente mezcla. Un boquerón jugoso, con mucho sabor, sobre un salmorejo en el que se nota la presencia del tomate de la zona.

A continuación, destaca el ajedrez de bacalao y setas con jamón ibérico. Una rica combinación de sabores y un plato para tener muy en cuenta y que, además, suele figurar en el menú del día de La Mozuca del Agua.

Recomendable es también el pulpo a la plancha sobre espuma de patata y panceta. Las ‘patas’ del cefalópodo llegan al plato crujientes por fuera y muy jugosas por dentro. En este plato más que la composición, casi habitual por otra parte –pulpo, aceite, pimentón y patata–, destaca su perfecta elaboración.

El bonito a la plancha con timarte es simplemente exquisito. Todo en él en su punto: cocción, sabor, medida… Sin duda Cruz sabe manejar los pescados entre los que su bacalao tiene fama. También notable es el secreto salteado con verduras y frutas. Muy rico.

El menú degustación finaliza con una estupenda tarta de queso Los menús –del día, fin de semana y degustación– merecen una alta calificación. Por 10, 13,90 y 24,30 euros se puede comer francamente bien y a tiro de piedra.

Diego Ruiz Redactor

Santander 1960. Universidad de Cantabria. Sección de Deportes, Cantabria en la Mesa y, a veces, algo de toros.

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