Fórmula de éxito… y parrilla Fórmula de éxito… y parrilla
La Taberna del Herrero abre otro restaurante en El Campón. Cuando dos profesionales de la hostelería de Cantabria, Ramón López y Nani de la... Fórmula de éxito… y parrilla
La Taberna del Herrero abre otro restaurante en El Campón.

Cuando dos profesionales de la hostelería de Cantabria, Ramón López y Nani de la Lama, se embarcaron en Valladolid en La Taberna del Herrero sembraron para Cantabria el germen de un formato que, con el paso del tiempo, llegó a Santander acompañado del éxito desde el primer momento. Así, hace poco más de un año, abrieron en la calle del Rubio La Taberna del Herrero y la acogida fue sensacional; ahora, con la calle peatonalizada y una gran terraza, la trayectoria sigue siendo ascendente. Y hace escasos días, los mismos promotores y sus socios han abierto en el polígono El Campón, cerca de Auto Gomas (Citroën), una nave transformada en restaurante, bajo la misma marca pero en este caso con un ‘apellido’, La Fragua, apelativo específico para un reservado ideal para 14 personas.

El nuevo local está llamado a repetir el éxito de sus ‘hermanos menores’, pero en este caso tiene un argumento que fortalece esta hipótesis: la parrilla. La nave se ha transformado con gusto en un restaurante para 120 personas, con un área de recepción que preside una amplia barra donde también se sirven desayunos y pinchos desde primera hora de la mañana.

La madera manda en la decoración y la parrilla controla el comedor, porque desde allí salen las principales especialidades gastronómicas. La carta, en esencia, es igual que la del establecimiento ubicado en Santander, mucho picoteo, con calidad contrastada y con una buena relación precio-calidad. Algunos ejemplos, la morcilla frita, las croquetas artesanas, el pisto castellano con su huevo, las ensaladas, los huevos rotos con diferentes guarniciones, los chipirones encebollados, las rabas de calamar, las albóndigas de merluza o los mejillones a la marinera.

Pero lo que marca aquí la diferencia es la parrilla, ese toque especial que ponen el fuego y sus brasas a carnes y pescados.

Así, en la parrilla se preparan las clásicas sardinas de verano, pero también los maganos, el pulpo -que se presenta con un puré de patata-, la merluza, la lubina, el rodaballo y, por supuesto, el bonito. Además, el pescado de lonja del día que el equipo de compras haya seleccionado.

En carnes, pasan aquí por la parrilla el chorizo criollo, los riñones de cordero, el solomillo ibérico -que se acompaña de queso curado-, las chuletillas de lechazo, el costillar de cerdo ibérico, el solomillo de vaca de Cantabria, el entrecot fileteado o el chuletón de Campoo. Una especialidad que también tendrá su público es la hamburguesa de novilla con queso Divirín, cebolla roja, lechuga, tomate, pepinillo y patatas fritas.

En definitiva, una cuidada síntesis de cocina de aquí con la cocina castellana, en un ambiente agradable y con un buen servicio.

José Luis Pérez Redactor Jefe

Historiador y arqueólogo, trabajo desde los años noventa en El Diario Montañés donde he sido coordinador editorial de publicaciones y actualmente soy redactor jefe. Escribo de gastronomía desde hace algo más de una década y coordino el suplemento Cantabria en la Mesa.

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