Sabores tradicionales en Prellezo Sabores tradicionales en Prellezo
Isabel Ribeiro, natural de Lisboa, cuida especialmente el bacalao. El restaurante Bellavista es uno de esos establecimientos a quienes la construcción de la autovía... Sabores tradicionales en Prellezo
Isabel Ribeiro, natural de Lisboa, cuida especialmente el bacalao.

El restaurante Bellavista es uno de esos establecimientos a quienes la construcción de la autovía les ha restado tráfico pero que han ganado en tranquilidad, un aspecto clave para disfrutar con familia o con amigos de una cocina tradicional y casera como la que prepara María Isabel Ribeiro desde hace dos años. Natural de Portugal, en concreto de Lisboa, pero afincada hace más de tres décadas en la zona, Isabel apuesta por los productos de la tierra -tiene su propia huerta-, por la calidad de las materias primas y por las recetas de siempre, sin olvidar el bacalao, un pescado que es seña de identidad en su país natal y que aquí también está bien representado en la carta.

Lugar de paso obligado para los peregrinos del Camino del Santiago de la costa, recién declarado Patrimonio Cultural, el restaurante se sitúa entre Pesues y San Vicente de la Barquera, a pocos metros de la costa y en un contexto de un paisaje de pradería que se puede contemplar perfectamente desde los dos comedores del Bellavista.

Entre semana funciona fundamentalmente el menú del día, con una relación calidad-precio interesante: 10 euros y media docena de opciones para elegir de primero (por ejemplo, cocido montañés, paella, macarrones, parrillada de verduras, ensalada de pasta o ensalada mixta) y otras tantas para el plato principal (un día cualquier puede haber chuleta de cerdo, lacón a la plancha, pollo asado, filete de ternera, lirios fritos o albóndigas). El menú incluye un postre casero, pan, agua y vino. El fin de semana el menú tiene un precio de 15 euros con algunas variaciones en algunos platos.

Carta y banquetes

Además, el restaurante Bellavista cuenta con especialidades en la carta y diferentes tipos de menús que Isabel adapta a las preferencias de la clientela, ya sea para grupos reducidos o para banquetes más organizados.

En el capítulo de entrantes destacan los embutidos, los quesos de Cantabria, el paté de cabracho, las almejas a la marinera, los langostinos en dos salsas o el revuelto de bacalao y gambas. Otras opciones son los platos de cuchara. Muy acreditado está el cocido montañés, pero también hay sopa de marisco, fabada, pimientos rellenos, ensaladas, parrillada de verduras o menestra de verduras.

Para el plato principal, las dos grandes referencias aquí son el bacalao y el cabrito, ambos al horno y muy sabrosos. Otras posibilidades pasan por el lechazo, el cordero estofado, las carrilleras o una carne -chuleta de ternera, entrecot, solomillo…- o el pescado de temporada, como puede ser el jargo, tan característico de esta zona de costa.

La degustación puede concluir con un postre casero, tipo arroz con leche o una tarta de queso con mermelada de arándanos, muy sabrosa.

La cocina también está preparada para atender las necesidades especiales de la comunidad de celíacos y para los niños: el menú infantil tiene un precio de 8 euros.

José Luis Pérez Redactor Jefe

Historiador y arqueólogo, trabajo desde los años noventa en El Diario Montañés donde he sido coordinador editorial de publicaciones y actualmente soy redactor jefe. Escribo de gastronomía desde hace algo más de una década y coordino el suplemento Cantabria en la Mesa.

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