El ajo, más que un condimento en la cocina

Desde tiempos inmemoriales el ajo ha sido uno de los condimentos culinarios más apreciados y fundamental en la gastronomía española. Pero no sólo eso, el ajo es muy beneficioso para la salud por todas sus bondades: reduce la hipertensión, es aconsejable para personas que padecen reuma, artrosis o enfermedades respiratorias. Es diurético y contiene vitamina B6, además de calcio, potasio y hierro.

La ciencia y las investigaciones más recientes, confían en el potencial del ajo para reducir el riesgo de enfermedades cardíacas, los niveles de colesterol y cáncer.

Aparentemente puede parecer que todos los ajos son iguales pero no, en cuestión de ajos también hay variedades aunque el más tradicional y común es el ajo blanco nacional, de un excelente sabor y aroma persistente, sobre todo si viene de la zona de Valladolid o Segovia. Otros tipos son: negro, rosado, violeta, morado, colorado y castaño.

Suavizar su sabor

Como mejor se aprovechan sus propiedades es en crudo, por ejemplo muy picado con una escarola, en ali oli, en ajoblanco o en salmorejo, pero no a todo el mundo le agrada su fuerte sabor. Para rebajarlo se puede escaldar en agua hirviendo aunque como dice el refrán ‘ajo cocido, ajo perdido’. Otro truco para que resulte menos indigesto es abrirlo por la mitad y quitar el germen.

Pelarlos de forma fácil

Generalmente la tarea de pelar los ajos no suele ser nada fácil porque la piel se está muy pegada a los dientes. Para que sea mucho más cómodo se les puede dar un ligero golpe con el cuchillo, sin necesidad de romperlos. Eso ayudará a despegar la piel que saldrá prácticamente sola. Otra opción es meterlos en agua fría durante 20 minutos para que se hidrate la piel o introducir varios en un frasco de cristal y agitar fuerte.

Cómo conservarlos

Para su mejor conservación, los ajos enteros se conservan mejor a temperatura ambiente, en un recipiente sin tapa, preferiblemente en un cesto o en una bolsa de papel, en un lugar seco y oscuro para evitar los brotes. Una vez se abre la cabeza de ajos es conveniente usarlos ya que la vida útil del ajo se acorta considerablemente cuando se rompe para sacarle un diente. En la nevera sólo es recomendable almacenarlo una vez está pelado y picado, dentro de un frasco de cristal.

Eliminar el olor

El más común de los trucos para quitar el olor a ajo de los dedos es ponerlos con el cuchillo bajo el grifo, sin frotar, y dejar correr el agua. Otra opción es frotar los dedos con una pastilla de acero inoxidable ya que el metal absorberá el mal olor de las manos. Frotar los dedos con medio limón terminará con cualquier resto que pueda quedar.