La hamburguesa, comida universal La hamburguesa, comida universal
Por José Luis Pérez En ningún rincón del planeta, una hamburguesa puede representar a estas alturas del siglo XXI una rareza. Su consumo ha... La hamburguesa, comida universal

Por José Luis Pérez

En ningún rincón del planeta, una hamburguesa puede representar a estas alturas del siglo XXI una rareza. Su consumo ha crecido exponencialmente en los últimos años, popularizándose tanto que según algunos estudios están ganando peso las hamburgueserías frente a las pizzerías. Además de esto, nos encontramos ante una especialidad de fácil acceso para su consumo tanto en los restaurantes y establecimientos de comida como en casa, a nivel doméstico.hamburguer (2)-knaH-U2025106155496XE-575x323@Diario Montanes

Son varias las características que identifican a la hamburguesa como plato icónico de la alimentación en el siglo XXI, especialmente en los países más desarrollados. En primer lugar, se puede afirmar sin riesgo a equivocarnos que nos encontramos ante una de las elaboraciones más universal, que más ha calado en las costumbres culinarias de diferentes países y razas humanas.

Esta seña de identidad no se puede separar de su carácter controvertido, ya que la hamburguesa es un símbolo de la denominada fast food o también denominada ‘comida basura’.

El elevado número de calorías que algunas burgers presentan explica que en determinados círculos, médicos, nutricionistas, dietistas… se desaconseje su consumo. Sin embargo, desde posiciones más moderadas, se explica que tomar una hamburguesa de forma esporádica, con prudencia, no es tan diabólicamente malo, y menos si se eligen bien los ingredientes, especialmente el principal. En este sentido, los expertos invitan a elegir más carne blanca, tipo pollo, pavo o conejo, que carne roja, al tiempo que insistente en medir las cantidades y recortar el consumo de salsas y pan.

Pero, ¿dónde estriban las claves para que la hamburguesa tenga tanto éxito? Vamos con algunas que pueden explicarlo.

En primer lugar, la hamburguesa es sencilla, ya que simplemente se trata de un ‘trozo’ de carne (picada) colocada entre pan y pan. Su elaboración no requiere mucha destreza, cualquiera puede abrir un pan, pasar por la plancha la carne y presentarla dentro de un bollo para luego elegir los complementos con los que la quiere tomar.

Versatilidad

hamburguer (6)-knaH-U202510615549XDB-575x323@Diario MontanesOtro aspecto destacable de las hamburguesas es su versatilidad. A partir de una idea, de un concepto, se puede cambiar prácticamente todo, desde el tipo de pan hasta los ingredientes. Si centramos la mirada en el ingrediente principal, la carne, veremos que se elaboran hamburguesas con diferentes tipos de carnes, más o menos nobles, rojas o blancas, e incluso sin carne –las veganas– y con pescado;hay quien las ha elaborado con carne de ballena y cada día son menos raras las hechas con atún o bonito.

Pero si de versatilidad seguimos hablando, merecen un capítulo especial tanto los acompañamientos como las salsas. Aquí es donde más camino a la creatividad del chef o cocinero se reserva. Una hamburguesa admite prácticamente de todo, hasta el punto de que los restaurantes que quieren distinguirse en esta línea apuestan por especialidades propias. Esta circunstancia ha posicionado a la hamburguesa también como un alimento gourmet.

En la última década, los grandes chefs con estrella Michelin han respondido a la tendencia con propuestas singulares, algunas incluso formando parte de sus más exclusivos menús degustación. Esto ha dado lugar a que el 70% de los españoles visualicen actualmente a la hamburguesa con un plato gourmet y no como una comida basura.

Además de por su atractivo aspecto, por principios redonda y colorista, la hamburguesa también se distingue por su pluralidad. Nos referimos a que llega a todo tipo de públicos, desde pequeños a jóvenes o mayores, con diferente condición o status social, tanto dentro del hogar como fuera, en establecimientos de todo tipo.

Hoy encontramos hamburguesas, como se señalaba antes, tanto es restaurantes gastronómicos como en modestos bares de barrio o en las grandes cadenas de comida rápida que tanto han popularizado estas preparaciones. Y volviendo a casa, la hamburguesa también es una solución rápida para ese día que no hay nada preparado y que uno no quiere complicarse la vida entre los fogones. Una plancha o una sartén, la carne preferida, un pan… y luego lo que haya por la nevera.

Peso y caloríashamburguer (4)-knaH-U202510615549BqG-320x380@Diario Montanes

Frente a quienes han querido demonizar la hamburguesa, sus defensores argumentan que si se eligen adecuadamente los ingredientes y se respetan las cantidades lógicamente moderadas, éste no es un plato prohibido.

Una hamburguesa debe pesar entre 80 y 150 gramos, 60 gr para los niños. Si nos movemos en estas cifras, una hamburguesa de ternera representa unas 255 kcal, una cifra muy semejante a un solomillo de vacuno, unas 241 kcal, o un plato de pasta o un arroz hervido, que se mueve entorno a las 278.

Control sanitario

Otro factor que también ha «jugado una mala pasada» a las hamburguesas han sido las noticias que salta al primer plano de actualidad de que se han encontrado en algunos lugares trazas de carnes poco recomendables y no etiquetadas.

Esta circunstancia y las propias condiciones de la hamburguesa han puesto en el punto de mira de los inspectores a los elaboradores, hasta el punto que hoy se señale que estamos, junto con la leche, ante uno de los productos más vigilados.

Pilar González

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