Durante mucho tiempo, años atrás, me he despertado en mitad de la noche con pesadillas horribles por la incertidumbre de no saber si al...

Durante mucho tiempo, años atrás, me he despertado en mitad de la noche con pesadillas horribles por la incertidumbre de no saber si al día siguiente alguien del equipo no vendría a trabajar y no podríamos atender a los clientes.

Era un sueño que se repetía a menudo.

Los clientes entraban y entraban en el restaurante sin parar, y era imposible atenderlos a todos porque éramos muy pocos y no dábamos abasto.

Y empezaban a protestar, y se enfadaban, y se marchaban…, y cada vez la pesadilla era más y más angustiosa hasta que me despertaba sobresaltada.

La cosa no mejoraba al despertar, porque me daba cuenta que había mucho de realidad en mis sueños, y a la mañana siguiente llegaba la aventura de levantar la persiana y comprobar si alguien no se presentaría a trabajar, y cómo íbamos a resolverlo si eso ocurría.

Toda esa inseguridad pasó y durante los últimos años hemos vivido otra etapa mucho más tranquila y estable en este sentido con los equipos.

Peeeero… ¡Las pesadillas y los peores sueños han vuelto!

Es una realidad que no hay profesionales cualificados suficientes para trabajar en hostelería, y esto lo acusamos especialmente por la estacionalidad de nuestro sector, y hace que en épocas de temporada alta y de más volumen de trabajo volvamos a estar totalmente desprotegidos por la falta de personal.

Ahora mismo con las comuniones, bodas, eventos, puentes, temporada estival, etc., vuelve también el problema de cómo vamos a poder atender nuestros negocios de hostelería correctamente.

Y vuelvo a repetir, y a preguntar en alto una y otra vez más, que cómo es posible que el sector turístico y gastronómico esté tan sumamente desatendido, si es el motor económico de este país como indican las estadísticas.

Y cómo es posible que desde las instituciones y asociaciones no se piense en poner en marcha más ciclos formativos específicos, o en crear bolsas de empleo que nos beneficiarían tanto a los empresarios como a los propios parados, o incluso en abrir más escuelas de hostelería o de turismo.

Pues es posible, sí, porque nada de esto se está llevando a cabo.
Yo no sé cómo resolver este problema; la verdad…, lo que sí sé, es que tendremos que seguir adelante como buenamente podamos como siempre, y que toca insomnio de nuevo…

Pilar Velarde Empresaria 2.0

Tenía 19 años cuando monté mi primer negocio. Han pasado muchas cosas desde entonces, muchas y muy intensas, y no ha sido fácil en absoluto, pero ha merecido la pena.

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