La Hostería de Castañeda cumple 33 años fiel a la tradición La Hostería de Castañeda cumple 33 años fiel a la tradición
María Rosa Alvear lo abrió en 1983 como centro de banquetes. Juan Carlos Flores-Gispert :: Lo importantes no es solo la comida, «es también... La Hostería de Castañeda cumple 33 años fiel a la tradición
María Rosa Alvear lo abrió en 1983 como centro de banquetes.

Juan Carlos Flores-Gispert :: Lo importantes no es solo la comida, «es también el servicio, el trato al cliente, cuidar el ambiente, la calidad del mantel y que en esa mesa, se sienta como en su casa». Esta es la filosofía que mueve la Hostería de Castañeda, inaugurada hace 33 años por María Rosa Fernández-Pacheco Corpas, esposa de Luis Alvear Soto, con quien se casó en 1954 y de quien enviudó en 2004. No ha sido una empresaria más de hostelería de la región, «hay muchas y muy valientes». La gran idea de María Rosa Alvear y su proyecto fue montar un negocio hostelero en la finca familiar de 6 hectáreas; en las antiguas caballerizas que fueron ampliadas, en un entorno familiar hasta entonces solo abierto a unos pocos y desde entonces admirado por miles de personas. La finca ‘San Juan’, por la advocación de la capilla que en ella se encuentra y en la que se han celebrado cientos de bodas religiosas, cuenta con su torre del siglo XVI y el añadido posterior de la casa del siglo XVII. La capilla familiar también es del siglo XVI.

María Rosa inició el negocio con su hijo Luis «porque este es una finca muy grande y porque pensé que te puedes arruinar elegantemente en ella pero también se la podía sacar partido. Es verdad que no éramos profesionales de la hostelería pero yo tenía mucha experiencia en grandes celebraciones en casa y de bodas familiares. Y en 1983 no había grandes lugares para las bodas en Cantabria, solo estaban Las Caldas y el Rhin. Y ahí estaba nuestro espacio de negocio».

«Lo importante no solo es la comida. Cuenta mucho el trato al cliente, el servicio y el ambiente»

Fueron María Rosa Alvear y su familia pioneros en los catering por Cantabria. Tres años después de abrir la hostería comenzaron a dar banquetes en fincas de Cantabria, las primeras en Roiz y en Comillas. En esta última villa en La Coteruca, la propiedad de los marqueses de Movellán. La fiesta en La Coteruca fue un éxito, con un menú elaborado a base de platos de la tierra y con un ambiente regional montañés que gustó mucho a los contrayentes, sus familias y a los invitados.

«Luché con mucha seguridad por desarrollar la Hostería de Castañeda. Siempre he sido una mujer muy segura de mí misma, creyendo en Dios, sabiendo que teníamos un finca muy bonita y rodeándonos de un personal serio y trabajador. El cocinero, José Manuel García Cuadrado lleva 31 años con nosotros y con él está Eleuterio López Ruiz desde hace 29 años. Siempre estuve segura de que todo iba a ir bien. Y así ha sido». Gracias a ellos ha tenido importante clientes, como el rey don Juan Carlos. El último gran banquete fue el año pasado en Los Corrales de Buelna, «una boda muy, muy bonita. En la finca de los Oriol y Bustamante».

«El personal es muy importantes para nosotros. Muchos superan los 30 años aquí»

El primer congreso que se celebró en Castañeda estuvo organizado por José María Capel e intervino la Coral Salvé de Laredo, delante de la casa y la capilla, colocados en unas gradas. Asistieron 600 congresistas, fue en el año 1985. «Con la gran suerte de que no llovió, porque entonces no había carpas. Eso se ha generalizado hace unos pocos años y a los hosteleros nos viene muy bien».

El personal que atiende a los clientes de Castañeda son motivo de orgullo para la familia Alvear. «Muchos llevan con nosotros 30 años y cuando entraron aquí ya les dije, al cliente no se le molesta, se le habla lo imprescindible y siempre, siempre se les trata de señor y señora. Los antiguos lo aprendieron bien y se lo han ido enseñando a los jóvenes». Hoy, el adecuado trato que dispensan los camareros de la Hostería de Castañeda es un símbolo de distinción en este reducto de clase francés-inglés. Eso y que las celebraciones se sirven con guantes: «Así nos aseguramos de que tienen bien las manos, que es algo que el cliente aprecia mucho. La limpieza y el vestuario de quien en ese momento le está atendiendo».

«Siempre he querido tener bien a mi familia y lo he conseguido, siempre he estado activa y seguir al frente de Castañeda me da la vida. El optimismo ante los problemas familiares, las adversidades y el negocio son mi lema para seguir adelante. Me hace sentirme alegre y joven. Y siempre teniendo muy en cuenta al personal. Ya conoce ese dicho, ‘personal contento negocio próspero’». Para el personal, doña María Rosa es Señora. Para los que trabajan en la casa y para los que trabajaron y la encuentran en alguna celebración. «Es que para nosotros, el personal es como de la familia. De verdad, no le miento», acaba.

La primera boda servida en Castañeda fue en 1983, recién abiertas la hostería. «Recuerdo perfectamente lo que servimos, rape alangostado y zancarrón. Ahí empezó nuestra historia». En 2001 recibió el primer premio de la Asociación de Mujeres Empresarias de Cantabria.

Redacción CEM Área de Redacción

No comments so far.

Be first to leave comment below.