Comienza mayo, es tiempo de empezar a quitarnos los abrigos, de ver más el sol, de disfrutar de días más largos, de variar un...

Comienza mayo, es tiempo de empezar a quitarnos los abrigos, de ver más el sol, de disfrutar de días más largos, de variar un poco nuestras costumbres de comidas de invierno, aunque seguro que todavía volveremos a tener oportunidad de meter alguna cuchara en algún perolo, pero apetece ya cambiar un poco los hábitos.

Es una época fantástica para aprovechar el producto de temporada como os digo siempre, pero en este caso más si cabe porque tenemos los espectaculares y riquísimos bocartes.

Ya hemos hablado aquí en ocasiones de ellos, y hemos hecho más de una receta, cualquiera de ellas espectacular, son riquísimos de cualquier forma, pero a mí personalmente hay una concreta que me encantan, en vinagre.

Es curioso porque siendo el mismo pescado al cambiar de elaboración, aquí solemos cambiarlo de nombre, de bocarte pasa a boquerón cuando está en vinagre y de bocarte a anchoa cuando está en salazón, pero eso con costumbres de las que ya hablaremos.
En este caso los haremos en vinagre, como ya hemos hecho alguna vez aquí, primero limpiándolos bien en agua con hielo y congelándolos en un tupper, con un poco de aceite de oliva. Luego, mas tarde, los ponemos en vinagre con un ajo y perejil.

Se trata de hacer una ensalada con escarola, brotes de lechugas o incluso alguna hoja con sabores más potentes combinadas como espinacas, rúcula o berros, un aliño fresco con un toque de vinagre y cítrico emulsionado con un aceite de oliva tirando a suave para que no tenga demasiado protagonismo, un par de vueltas de molinillo de pimienta negra y listo.

A partir de aquí dejemos volar nuestra imaginación con elementos que le pueden ir perfectamente y se adapten a nuestros gustos, como por ejemplo unos frutos secos o unos trozos de pan frito para aportar algo crujiente; unos tomates pequeños que ademas de su color ya empiezan a encontrar ese sabor que tanto nos gusta y que se hace esperar durante el duro invierno; o un queso suave para dar el toque cremoso y que alargue los sabores; un poco de fruta como unos granos de granada, o un poco de manzana en dados pequeños también quedan genial. Como veréis es muy sencillo, solo tenéis que ir haciendo pruebas.

Os animo a prepararla, lógicamente primero los boquerones, que ademas podréis utilizar en más recetas como tostas, pinchos o las riquísimas y adictivas gildas.

Ricardo Ezcurdia Cocinero

Para este profesional del mundo de la joyería la cocina es su auténtica pasión, lo que le ha llevado a realizar numerosos cursos junto a grandes cocineros. Esta afición le animó a inscribirse en el concurso televisivo Master chef, donde en alguna edición se ha quedado a escasos pasos de ser seleccionados. Colaborador habitual en Cantabria en la Mesa, pone el contrapunto con sus artículos dando la visión del cocinero aficionado, compartiendo con los lectores sus recetas y sus trucos.

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