En muchas ocasiones cuando como arroz me acuerdo de un profesor de francés que tuve en el instituto… «tas de riz, tas de rats, taderí tata». Monsieur Dupont le llamábamos nosotros, aunque su verdadero nombre era Don Ignacio. Y ahora que tengo este libro entre las manos, vuelvo a acordarme de él: ¡Buen profesor tuvo que ser!
El libro que os recomiendo esta semana comienza con un largo periplo sobre la historia del arroz, desde la antigua China –5.000 años AC– hasta América y Europa; a continuación, un largo capítulo dedicado a la botánica y el cultivo, con datos estadísticos sobre su consumo y producción. Como curiosidad, destacar las más de 100.000 variedades reconocidas de las cuales los autores han seleccionado 70 para fotografiarlas y presentarlas en el libro con una breve reseña.
Y ya, queridos gastrolectores, entramos en la cocina con un amplio capítulo dedicado a los diversos tipos de cocción: pilaf, risotto, sopas, sushi, paella, wok, rellenos, arroz dulce… Estos van acompañados por una larga lista de recetas tradicionales, siempre aderezadas con sabios consejos e ilustrativas fotografías. Me atrevería a destacar un apartado dedicado las ‘Especias y Colores’, donde nos enseñan a utilizar productos como la cúrcuma o el azafrán o las semillas de anatto que ayudarán a convertir los platos de arroz en un auténtico placer para la vista y el gusto de quien los disfrute.
Pero si me permitís un segundo guiño a la nostalgia y reconocer públicamente el arroz que más recuerdos me trae, es sin duda alguna uno que cocinaba mi madre hace ya más de cuarenta años y lo hacía con besugo. Sí, digo bien, con besugo, un pescado que pasó de ser casi de ‘descarte’ a convertirse actualmente en un codiciado objeto gastronómico digno de las mejores ocasiones.
Ahora disfruto mucho con el arroz con leche que hace mi suegra, ¡es para comer doble ración!
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