Cuatro años con sabor Cuatro años con sabor
El Muelle del Barrio Pesquero consolida su cocina marinera. Cuatro años es un periodo corto de tiempo en la trayectoria de un restaurante pero... Cuatro años con sabor
El Muelle del Barrio Pesquero consolida su cocina marinera.

Cuatro años es un periodo corto de tiempo en la trayectoria de un restaurante pero suficiente para mostrar el potencial y demostrar el buen hacer del trabajo en la cocina. Este es el caso del restaurante El Muelle en el Barrio Pesquero, donde Valentín y Hugo, sus propietarios, han querido enfocar el negocio con un estilo propio, pero sin renunciar a una cocina tradicional bien hecha, con una clara vocación marinera.

El comensal puede advertir en El Muelle una preocupación por ofrecer materias primas de kilómetro cero y de temporada, para plasmarlo en una cocina sincera y sin florituras. La carta es amplia en referencias, destacando inicialmente los entrantes y las raciones, desde las ensaladas a los mejillones, las croquetas, los boquerones, las gambas al ajillo, las zamburiñas, los chipirones a la plancha, las albóndigas de la casa, el pulpo a la parrilla, el salpicón de marisco y rape, las anchoas de Santoña, las almejas a la marinera o a la sartén, o las gambas de Huelva a la plancha. Mención especial merecen las clásicas rabas, bien fritas, sabrosas, crujientes y esmeradamente presentadas.

Los arroces

Una de las grandes especialidades de la casa son los arroces. Hay una docena de propuestas diferentes, para todos los gustos, con unos precios que oscilan entre los 15 y los 20 euros, saliéndose de esa escala el de carabineros y el de bogavante. Completan la carta tres risottos, la fideua de marisco, el arroz negro, con almejas, el meloso de marisco, con maganos, con caracoles o del señorito. En esta ocasión se degustó este último y el resultado fue francamente muy satisfactorio, por sabor, punto y cantidad.
Luego están los pescados y mariscos. También la oferta es exhaustiva y con una buena relación precio calidad. En la cocina, Soledad sabe respetar el producto para conseguir platos sencillos y sabrosos, en los que lo importante es la materia prima.
Ahora es tiempo de bocartes, con lo que el abanico de posibilidades se incrementa. No faltan los jargos, rodaballos, lubina, san martín, merluza, rape, dorada, besugo, lenguado… Más adelante llegará el bonito a la plancha y su ventresca…

Además, El Muelle ofrece tres mariscadas con precios de 50, 75 y 95 euros, concebidas todas ellas para dos personas.

No falla tampoco este restaurante con las carnes. La oferta ciertamente no es extensa pero sí de mucha calidad: entrecot, solomillo y chuletón, suministrados por Carnicería Antón.

Se cierra con unos postres caseros sencillos y clásicos como la tarta de queso o el tiramisú.

José Luis Pérez Redactor Jefe

Historiador y arqueólogo, trabajo desde los años noventa en El Diario Montañés donde he sido coordinador editorial de publicaciones y actualmente soy redactor jefe. Escribo de gastronomía desde hace algo más de una década y coordino el suplemento Cantabria en la Mesa.

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