Tradición cántabra y fusión asiática

Laura González, ganadora de la primera edición de Chef Cantabria, ‘estrena’ cocina en Marimorena.

Laura González dio un giro profesional a su vida en 2013, cambió la cámara de fotos por la espumadera y decidió estudiar cocina en Las Carolinas. Ese año arrancó Chef Cantabria, se presentó… y ganó al restos de finalistas pertenecientes a las escuelas de hostelería de la región. Concluida su formación, comenzó a trabajar con su hermano, Marcos González, también cocinero en La Candelita. Fue pasando etapas y siguió aprendiendo, viendo otras cocinas, familiarizándose con técnicas actuales y tendencias, en Suiza, en Barcelona…

El siguiente capítulo comenzó el 3 de marzo, cuando Laura, junto con su amiga Isabel Helguera, levantaron el telón de su restaurante, Marimorena, el proyecto con el que sueña todo cocinero. Un local de tamaño medio, en El Sardinero (antes estuvo allí otro negocio denominado El Nordeste), con terraza, zona de barra y comedor.

Y tras la fiesta de inauguración, llegó el día a día, la nueva clientela, el diseño del menú diario, la definición de una carta atractiva, los ajustes… Pero, tras un mes, las cosas no han podido ir mejor, ya que la cocina, el servicio y el local tienen argumentos convincentes.

Marimorena cuenta con menú diario de 12,95 euros, con una carta de picoteo para la barra y la terraza, y con una carta más formal en el restaurante, donde Laura proyecta sus inquietudes, incorporando conceptos tradicionales de la cocina de Cantabria con los toques de fusión asiáticos que tanto le apasionan.

En la carta, para picar cuenta con croquetas caseras de hongos y pollo estofado, rabas con aros de cebolla, mejillones con coco y cilantro, bao de secreto ibérico con chutney de shiitake, mini hamburguesas de buey con mermelada de beicon, patatas baby con salsas o cecina de León con virutas de foie.

Dos ensaladas y una parrillada de verduras ponen el toque verde antes de llegar a las propuestas marinas, entre las que tiene un gran éxito el plato de pulpo y calamar emparrillados con parmentier de nabo y chimichurri. Otras opciones son el lomo de bacalao confitado con crema de queso ahumado, wakame y habas, la merluza o los bocartes (en temporada).

Avanza la carta con los platos ‘de la tierra’, donde el risotto de jamón ibérico con parmesano y foie es una opción recomendable, pero no menos que la carrillera de ternera estofada con huevo poché, el lomo bajo de buey emparrillado con pimientos de Padrón o el solomillo con setas, salsa de Oporto y patatas.

El precio de los platos en la carta es equilibrado, oscilando entre los 7 y los 14 euros.
Para los postres, imprescindible de probar la tarta de queso con coulis de cereza, una excelente receta. Otras opciones sabrosas son el brownie de chocolate con helado de vainilla y gelée de Licor 43, la crema pasiega o el helado de mandarina y yogur de oreo blanco.