Alfonso López deslumbra con sus platos lo que evidencia un dulce momento creativo.
La capital de la Costa Esmeralda siempre ha tenido un aire cosmopolita, posiblemente acentuado por un turismo foráneo que ha generado riqueza y movilizado gastronómicamente hablando a los restaurantes. Entre la nómina de lugares destacados que sobresalen por realizar bien su trabajo está el restaurante Plaza, muy céntrico y dirigido por Alfonso López, un cocinero al que le gusta trabajar con el producto de proximidad, con un estilo propio pero sin perder de vista las tendencias de la cocina contemporánea española.
Su carta y sugerencias en estos momentos delatan una cocina con profundidad, con mucho sabor y un contraste de texturas armonioso, nada forzado. Alfonso deslumbra con sus platos, razón por la cual es fácil resaltar que se encuentra, como si de un futbolista se tratase, en un momento dulce de forma. Vamos con algunos ejemplos a partir de un menú degustación.
De aperitivo se sirve un sabroso caldo y cangrejo que despier ta el apetito. Un idea sencilla pero bien ejecutada. A continuación un plato brillante, una especie de ensalada con quesos y anchoa. Culto al producto de proximidad, exquisita composición para un plato lleno de matices, por las diferentes texturas de los quesos y de las guarniciones.
Prosigue el recital con un carpaccio de pulpo acompañado de un helado de manzana verde muy refrescante. Este plato se ha consolidado en la carta y resulta obligado tomarlo en el Plaza.
Pleno de sabor el arroz con carabinero, presentado en la cabeza de éste con gusto. Cremosidad, materia prima, elegancia… Una nota alta, no menor que la de la merluza con una guarnición de perrechicos y lima. Punto, textura, autenticidad…
En los postres, vuelven a salir a relucir los buenos y diferentes helados que prepara Alfonso, tanto en la composición limón-coco, como en una leche frita con forma de rollito que se acompaña de helado de maracuyá y queso. Sin duda, este último se puede elevar a la categoría de ‘grandes platos de 2016’.
José Luis Pérez Redactor Jefe
Historiador y arqueólogo, trabajo desde los años noventa en El Diario Montañés donde he sido coordinador editorial de publicaciones y actualmente soy redactor jefe. Escribo de gastronomía desde hace algo más de una década y coordino el suplemento Cantabria en la Mesa.
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