Desde el siglo X, los quesos en el día a día de Liébana Desde el siglo X, los quesos en el día a día de Liébana
En sus cacerías por los Picos de Europa, los reyes Alfonso XII y Alfonso XIII los saborearon. Pedro Álvarez :: Liébana ha sido tradicionalmente... Desde el siglo X, los quesos en el día a día de Liébana
En sus cacerías por los Picos de Europa, los reyes Alfonso XII y Alfonso XIII los saborearon.

Pedro Álvarez :: Liébana ha sido tradicionalmente una comarca vinculada a la agricultura y a la ganadería, y uno de sus productos más representativos ha sido el queso, en sus diversas variedades. A través de la historia, el queso ha formado parte de forma directa en la vida de los lebaniegos. Desde época medieval se citan los quesos, principalmente en cambios o trueques, y hay documentos que demuestra la importancia que siempre han tenido. Así, el 15 de mayo del año 962 Maticia y su sobrino Vicente venden una tierra en Floranes (Turieno) a Sabarico y a su mujer Vistrilli. En el trueque se citan ‘VII casios’, según documento del Cartulario del monasterio de Santo Toribio de Liébana. Éste es el primer documento conocido que nos habla de los quesos en la comarca.

En los años 827 y 847 existen datos en dicho Cartulario, de ventas y donaciones de vacas, cabras, bueyes, y otras reses, y tenemos constancia escrita del mercado semanal que se celebraba desde la Baja Edad Media en la villa de Potes. «El 4 de agosto de 1316, en la noticia del estado del monasterio de Santo Toribio de Liébana, c uando lo dejó el prior don Toribio, entre otros productos deja cuatro cántaras de manteca, 127 quesos de mayores de cabras y 40 quesos de fuera, manifestando que de esa fecha al día de San Miguel, ha de haber 26 quesos de cabra cada semana».

Desde 1492, con motivo del Descubrimiento de América, los quesos ahumados lebaniegos, debido a su excelente conservación, eran muy apreciados para llevar en los viajes por las tripulaciones que realizaban la dura travesía desde España. En 1635, en un menú ofrecido por la Cofradía de la Virgen de Valmayor, en la villa de Potes, en el día de vigilia, se citan los quesos. Posteriormente, en 1645, un teniente de corregidor requisa a la población de Tresviso la cantidad de 50 quesos, que son valorados en más de 60 reales. Y en el Catastro del Marqués de la Ensenada, en 1750, se cita un importante número de pueblos de Liébana que diezman leche, queso, y mantequilla. Los vecinos acudían andando o en caballerías para vender sus productos en ferias y mercados.

En el Diccionario Madoz (184550), se cita a las cuevas del puerto de Áliva, enclavadas en el interior del macizo Central de Picos de Europa, donde los pastores de los diferentes pueblos del municipio de Camaleño elaboraban el queso ahumado, y en el pueblo de Bejes se cita el comercio que dedican los vecinos, al queso y a la mantequilla, en bastante cantidad.
En 1879, el escritor Hans Gadow, en su libro ‘Por el Norte de España’, refiriéndose a Tresviso, dice que los naturales de dicha localidad, algunos de los cuales se denominan así mismos tresvisanos, son pastores de ovejas y cabras y el producto principal, por el que Tresviso ha ganado notoriedad, son unos quesos pequeños, llamados picón, que hombres y mujeres transportan en sus caballerías al mercado de Potes y vuelven en el mismo día, recorriendo a pie las 28 millas de distancia.

En 1881, el Rey Alfonso XII en su visita a Ándara, con motivo de unacacería de rebecos en Picos de Europa, fue obsequiado con queso picón por los vecinos de los pueblos de Bejes y Tresviso. En septiembre de 1912, el Rey Alfonso XIII, con motivo de otra jornada de caza, pudo saborear un exquisito queso ahumado que le fue entregado por un vecino de Turieno. Tanto le gustó al Rey el queso que nombró a dicho vecino proveedor de la Casa Real.

En 1985 se fundó la Cofradía del Queso de Cantabria y Carlos García del Cerro cita la existencia de doce quesos en una comarca tan pequeña como Liébana, lo que la convertía en una comarca excepcional para su elaboración: Picón de Bejes, Picón de Tresviso; quesos ahumados, en Brez y Lon; quesos frescos, en Pido y Espinama; quesos frescos en Lebeña, muy famosos; quesos, en Turieno, algo amargos; queso en Lomeña, fuertemente ahumado; quesos en Colio; y quesos en Valdeprado.

Alimentaria en Barcelona

El primer éxito internacional del queso de Liébana tuvo lugar en 1986, en la Feria Alimentaria de Barcelona. En la Primera Cata Internacional de Quesos, un picón de Tresviso, elaborado por Teresa Campo, obtuvo el primer premio y el reconocimiento internacional. Ese año, dirigido por el doctor Arroyo, se celebró en Liébana un c urso de perfeccionamiento de elaboración del queso picón, asistiendo 16 elaboradores y se concedieron ayudas económicas en forma de créditos y subvenciones, y asesoramiento técnico por parte de la Consejería de Ganadería.
Por medio de un Real Decreto 1573/1985 de 1 de agosto del Ministro del Agricultura, Pesca y Alimentación, y por sendas órdenes de 10 de octubre de 1985 y 3 de diciembre de 1986 del Consejero de Ganadería, Agricultura y Pesca, del Gobierno de Cantabria, se concedió la Denominación Genérica de Calidad, para los quesos de Liébana, en las variedades de picón, quesos frescos y maduros, y ahumados, primera denominación de esta categoría concedida para los quesos en España.

La Denominación fue ratificada según Orden Ministerial de fecha 6 de octubre de 1987. Se comienzan a realizar cursos de perfeccionamiento y se conceden ayudas por la Consejería de Ganadería para adaptar las queserías a las nuevas normativas.
En 1987 se produjeron en Liébana 40.000 kilogramos de queso picón y 10.000 kilogramos de queso ahumado.

Redacción CEM Área de Redacción

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