Cebolla blanca o morada Cebolla blanca o morada
Sus capas esconden más diferencias que solo el color, la morada es rica en antioxidantes y la amarilla, ideal para el estofado de carne.... Cebolla blanca o morada
Sus capas esconden más diferencias que solo el color, la morada es rica en antioxidantes y la amarilla, ideal para el estofado de carne.

María de las Cuevas :: Se parecen en sabor y en textura, pero esconden entre sus capas diferencias más allá de su color. Ambas tienen numerosas propiedades medicinales. En el caso de la cebolla morada, es más rica en antioxidantes y al pasarla por el cuchillo hace llorar en menor medida que algunas de sus parientas.

Según para qué platos se recomienda una u otra. En el caso de la cebolla blanca o amarilla, es la más versátil por su sabor contundente, pero suave cuando se cocina y es ideal para incluirla en sopas, guisos, estofados y deliciosas caramelizadas. Las cebollas amarillas son las mejores para estofado de ternera.

La roja, típica de Liébana, tiene un sabor en crudo más dulce y por eso es perfecta para ensaladas, platos como el ceviche o sobre tacos, perritos calientes, pizzas… platos en crudo donde se disfrute de su sabor sin alteración.

Esta cebolla que tira al color morado intenso, como la berenjena, y que puede alcanzar un gran tamaño, tiene su punto álgido en verano y principios de otoño, cuando logra un sabor más suave, ya que su acidez se intensifica a lo largo del invierno.

A la hora de comprar hay que buscar cebollas firmes y duras, que pesen más de lo que aparentan.

Para la conservación de ambos tipos de cebollas, basta con almacenarlas en un lugar oscuro, fresco y seco. También se puede almacenar cortada y envuelta en plástico en el frigorífico por unos días antes de que se ponga pocha.

En cuanto a la blanca, este tipo de cebolla está disponible durante todo el año y el sabor es el mismo independientemente de la estación.

Desde el punto de vista científico, hay investigaciones médicas que señalanan que los vegetales aliáceos contienen sustancias que inhiben una variedad de tumores causantes de cáncer de mama, endometrio, colon y tracto digestivo.

En cuanto a la salud, la cebolla morada es más rica en antioxidantes que la blanca, y de ahí le viene su color rojizo. Contiene un antioxidante llamado antocianinas, que tiene efectos terapéuticos, como la reducción de las enfermedades coronarias, es antiinflamatorio, mejora la agudeza visual y el sistema inmune.

También contiene mayor cantidad de quercetina, un potente antioxidante con un efecto antiinflamatorio y antialérgico, además favorece a la circulación sanguínea.

Por su parte, la cebolla blanca ayuda a reducir el colesterol en la sangre (LDL o colesterol malo).
En común, blancas y moradas, son ricas en v itamina A,B y C, calcio, magnesio, fósforo, hierro y potasio, estimulan el apetito, favorecen a la digestión, son expectorantes, bactericidas, diuréticas y depurativas.

Cebolla caramelizada

La cebolla amarilla es mejor para caramelizar, proceso a fuego lento y añadiendo azúcar, que da un buen toque a los platos, mejora una tortilla de patatas o potencia un risotto.

Solo se necesitan 30 minutos. Se cor ta la cebolla y se pone el aceite de oliva virgen extra en la sartén antiadherente con tapa, desde el principio a fuego medio, y se remueve de vez en cuando.
Un truco es añadir una pizca de bicarbonato sódico a la sartén, que ayudará a potenciar notas más dulces. Otra idea es añadir una cucharadita de azúcar moreno y dos cucharadas de agua por cada dos cebollas, con un resultado similar a una mermelada.

Redacción CEM Área de Redacción

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