Vamos directamente al grano, que hoy hay mucho que guisar por aquí. El sector turístico y la hostelería se ha confirmado en los últimos...

Vamos directamente al grano, que hoy hay mucho que guisar por aquí.

El sector turístico y la hostelería se ha confirmado en los últimos años como el principal motor de la economía española. Siempre ha ido creciendo por encima de la media, y en 2015 supuso el 11,2% del grueso del conjunto del PIB.

2012. PIB economía española: –2,6 / PIB sector turístico: –2,0.
2013. PIB economía española: –1,7 / PIB sector turístico: +0.9.
2014. PIB economía española: +1,4 / PIB sector turístico: +3,4.
2015. PIB economía española: +3,2 / PIB sector turístico: +3,7.

«Bajo el contexto macroeconómico y geopolítico internacional, a principios de enero de 2016, estimamos que el PIB Turístico podría crecer hasta un 3,4% en 2016, de nuevo por encima del 2,8% que los analistas estiman crecerá el conjunto de la economía española, y volverá a crear empleo de forma intensa. El 81,1% de los empresarios prevé aumentar plantillas en 2016» (Fuente Hosteltur).

Falta añadir otro dato a este cocido, y es que en enero de 2016 las cifras del paro ascendían a 4.152.000 personas.

A pesar de todas estas cifras, estamos otra vez como en los peores tiempos porque falta personal formado para trabajar en hostelería. A las puertas de las campañas de Semana Santa, comuniones, bodas y verano, nos encontramos con que se necesitan jefes y ayudantes de cocina, personal de sala, de limpieza, gobernantas, camareros, etc…

¿Cómo puede ser que al sector que más tira de la economía de este país, se le preste tan poca atención, y entre otras muchas, muchísimas trabas que tenemos que salvar los que nos dedicamos a esto, las estemos pasando canutas para encontrar personal cualificado?
Necesitamos una reconversión total para poder avanzar. Necesitamos escuelas de hostelería, necesitamos planes formativos específicos de nuestro sector, es imprescindible que tanto a nivel público como privado se empiece a trabajar en esto. Y no creo que sea tanto una cuestión de invertir miles de euros, sino más bien es una cuestión de voluntad, de conciencia, y de aprovechar y optimizar los recursos que ya existen.

Es cierto que no se ha conseguido desestacionalizar el turismo (eso es una cuestión mucho más compleja), pero hay que buscar soluciones a medio plazo para poder ofrecer servicios de calidad, y fórmulas para que esos trabajadores temporales (que son imprescindibles), cuando fuera de temporada no estén trabajando, por ejemplo, puedan seguir formándose mientras estén cobrando sus prestaciones.

Y también, bajo mi punto de vista, hay otro condicionante sociocultural importante, y es que la hostelería sigue siendo para muchos una profesión de segunda y a la que se llega como último recurso.

Pilar Velarde Empresaria 2.0

Tenía 19 años cuando monté mi primer negocio. Han pasado muchas cosas desde entonces, muchas y muy intensas, y no ha sido fácil en absoluto, pero ha merecido la pena.

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