El sur de Cantabria: gastronomía y patrimonio El sur de Cantabria: gastronomía y patrimonio
El clima y sus tradiciones permiten a la comarca ofrecer apreciados manjares. El sur de Cantabria es naturaleza en estado puro. Su posición, entre la meseta y... El sur de Cantabria: gastronomía y patrimonio
El clima y sus tradiciones permiten a la comarca ofrecer apreciados manjares.

El sur de Cantabria es naturaleza en estado puro. Su posición, entre la meseta y los verdes pastos que llegan a la costa, hace que la comarca de Campoo posea unos rasgos únicos que la diferencian del resto de paisajes de la región. La Cordillera Cantábrica supera los 2.000 metros de altitud y es esencial para determinar el tipo de clima de todo el valle, formando una gran barrera natural.

El Pico Tres Mares, perteneciente a los montes de Campoo, es la única montaña de toda la península ibérica que vierte aguas a los tres mares que la bañan. De sus nieves nacen los ríos Ebro, Pisuerga y Nansa, que van a parar, respectivamente, al Mediterráneo, Atlántico y Cantábrico.

El paisaje de la comarca campurriana es de extraordinaria belleza y en la localidad de Fontibre,
municipio de Campoo de Suso, nace el río más importante de la península y el principal de Cantabria: el Ebro. Destacan también las sierras de Peña Labra y El Cordel, las profundas hoces del Ebro y su embalse.

Además de ser un gran espacio natural, la comarca es excelente para la práctica de los deportes de nieve y aventura. La estación de esquí y montaña de Alto Campoo, con cumbres que superan los 2.200 metros, está considerada una de las mejores del cantábrico.

El patrimonio histórico-artístico de los valles refleja el carácter fronterizo de esta zona, con vestigios de enfrentamientos entre cántabros y romanos en diversas zonas. De su interesante patrimonio cultural, destacan las ruinas romanas de Julióbriga. Otras muestras importantes de su patrimonio son las ermitas rupestres de Valderredible, atribuidas al siglo IX; las colegiatas
románicas de Cervatos y San Martín de Elines, enmarcadas dentro de la ruta del románico hacia
el interior de la meseta y el santuario de Montesclaros, remanso de paz rodeado de bosque, cuya fundación es anterior al año 1000.

Las ruinas de Julióbriga

Las ruinas de la ciudad romana de Julióbriga, en Retortillo, constituyen el yacimiento arqueológico al aire libre más espectacular e interesante de Cantabria. Se trata de un conjunto urbano con numerosos cimientos de casas, edificios públicos y gran cantidad de restos cerámicos, metálicos, etc., declarado Bien de Interés Cultural desde 1985.

La ciudad de Julióbriga (que une el nombre de la familia imperial de los Iulii en memoria de Julio César al sufijo briga de origen celta, que significa ‘ciudad fortificada’) fue fundada entre los años 19- 29 a. C., después de finalizar las Guerras Cántabras, como punto de control de las comunicaciones que partían desde Pisoraca (Herrera de Pisuerga), en la meseta, y Portus Blendium (Suances) y Portus Victoriae Iuliobrigensium (Santander), en el litoral cantábrico. Desde que en 1768 el agustino Enrique Flórez identificara las ruinas de Retortillo con Julióbriga, el hallazgo ha suscitado el interés de arqueólogos e historiadores.

En el municipio de Campoo de Yuso también se encuentran varios yacimientos arqueológicos de
interés, entre ellos, el campamento romano de El Cincho, con una extensión de 152.000 metros cuadrados, declarado en abril de 2004 Bien de Interés Cultural.

Una cocina tradicional con buena materia prima

La comarca de Campoo puede presumir de tener una gran riqueza gastronómica. Todo el valle es
una tierra extraordinaria de donde brotan manjares como las setas. Se persiguen los perrochicos
de primavera y en otoño la variedad en especies es amplísima. Los restaurantes destacan en sus cartas platos elaborados con este bocado tan exquisito.

La olla ferroviaria es otro elemento importante en la tradición culinaria de la comarca. Heredado
de los trabajadores de La Robla, los campurrianos guisan al carbón todo tipo de legumbres y patatas aderezadas. Algunos restaurantes incluyen estos guisos entre sus especialidades. En toda fiesta o concurso que se precio, siempre hay un guiso de patatas de Valderredible con carne de Campoo.

Los productos de la tierra y los animales que pastan en ella son la base de la cocina campurriana. La carne de montaña goza de merecida fama, sobre todo la de vacuno, que cuenta con una marca registrada. También son excelentes las de potro, lechazo y cabrito.

En las ricas tierras campurrianas, también se elaboran quesos de vaca y oveja, además de riquísimas mantequillas.

Repasando los productos propios de esta tierra encontramos:

–La carne de vacuno cuenta con el sello de la marca ‘Ternera de Alto Campoo’.
–La patata de Valderredible ostenta la calificación de calidad protegida.
–La miel de brezo de Campoo también tiene la certificación de excelencia protegida.
–El hojaldre de Reinosa es una excelencia centenaria y son famosas sus pantortillas y las rosquillas del Ebro.
–El pan de la comarca, las famosas hogazas de Orzales, aunque hay obradores artesanos por toda la comarca con horno de leña.
–El perrochico y las setas de otoño abundan en los bosques de la comarca.
–Los guisos en olla ferroviaria o el cocido campurriano son los platos de cuchara por excelencia.

Alicia del Castillo Redactora

Periodista de El Diario Montañés. Forma parte de la sección de suplementos y especiales del periódico.

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