La receta centenaria de Panusa La receta centenaria de Panusa
La abuela Isabel inició una producción que ahora supera las 40.000 piezas. En Panusa llevan utilizando la misma receta para hacer el Rosco de Reyes desde hace más... La receta centenaria de Panusa
La abuela Isabel inició una producción que ahora supera las 40.000 piezas.

En Panusa llevan utilizando la misma receta para hacer el Rosco de Reyes desde hace más de cien años. La abuela de esta familia, Isabel, comenzó a elaborar el mejor dulce navideño, mezclando y amasando de manera completamente artesanal las materias primas de más alta calidad, seleccionando las más deliciosas frutas escarchadas para elaborar en la actualidad
cerca de 40.000 roscos. Roscos que se comercializan no solo en Cantabria, sino también en el mercado nacional donde son muy apreciados.

Toda la elaboración de este postre navideño se realiza de manera totalmente artesanal. En Panusa se trabaja durante toda la noche para que sus clientes puedan disfrutar del rosco más fresco y jugoso. Según los responsables de esta empresa, «eso sí, poniendo todo el cariño y dedicación para que disfrutar de nuestro rosco sea una de las mejores experiencias de la Navidad».

Los roscos de Panusa se elaboran en tres tamaños (340 gr, 540 gr. y 1 kg), se rellenan con nata a petición de los clientes, aunque el más demandado es el natural ya que el rosco de por si tiene un sabor extraordinariamente delicioso.

«Sin duda alguna, hablamos del dulce navideño de la ilusión. La ilusión de encontrar la sorpresa en el trozo de rosco que mamá partía para mí (¿cómo me podía tocar todos los años y no a los mayores?). También de los nervios, esos que te entran cuando se acerca la Cabalgata y buscas la mirada cómplice de tu Rey Mago favorito o el desayuno en familia después de la emoción de abrir los regalos», señalan desde Panusa.

«Ese delicioso sabor –dicen– nos acompaña desde que somos pequeños y queda asociado para siempre al día más bonito del año, donde muchas ilusiones se hacen realidad».

En Panusa, durante estos días, el aroma a agua de azahar, a naranja y a limón se entremezcla con el olor a pan recién hecho, lo que hace que sea una experiencia auténtica pasearse por el obrador de esta empresa cántabra. «Son días de mucho trabajo, donde no podemos descuidar nuestro quehacer diario pero que merece la pena cada vez que disfrutas con nuestros roscos», aseguran.

Como es costumbre, todos los roscos de Panusa llevan escondida una sorpresa y un haba, los cuales marcan quien será coronado rey y a quien le tocará pagar el dulce.

Solo queda sentarse en la mesa con la familia y amigos, cortar el rosco y elegir un trozo…, sin trampas.

Redacción CEM Área de Redacción

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