Una cocina con matices

La carta es atractiva, con mucho picoteo, y el menú está en 13,5 euros.

En La Candelita de Monte el balance de 2015 ha sido muy positivo. El restaurante, que dirigen Marcos González -más centrado en la cocina del Azabache-y Rafael González tiene una clientela fiel, que en invierno encuentran el confort en los dos comedores de que dispone la casa y que en verano o con buen tiempo disfruta en la amplia terraza. Pero más allá de las bondades de la instalación, una de las claves del éxito es la propuesta gastronómica, definida por el propio Marcos, con su estilo, y ejecutada en el día a día por el equipo de cocina que tiene a Borja Fernández al frente.

Hay cocinas que son rutinarias, que, pese a que están bien articuladas, caen en la monotonía. Sin embargo, Marcos implementa en los locales donde trabaja unos platos llenos de matices, donde se conjugan los ingredientes con armonía a pesar de que a priori puedan parecer contrapuestos. Es una cocina de mercado, en la que el chef saca partido al producto con el empleo de la técnica más adecuada en cada caso.

Y a modo de ejemplo, los platos que ilustran esta página, desde una rica ensalada templada de patata, mayonesa de pimentón, mézclum de lechugas, pulpo y langostinos, hasta las sabrosas mollejas de ternera salteadas con boletus y huevo poché.

La carta cuenta con una veintena de propuestas para el picoteo, que pueden representar el entrante para un almuerzo más convencional. Interesantes y recomendables los dos arroces (risotto marinero y arroz meloso con carabineros). Luego, varios platos ‘marinos’, como el wok de chipirones y langostinos con verduritas, y carnes, entre las que destaca el bife argentino a la parrilla.