Sin roscón no hay Reyes Sin roscón no hay Reyes
De origen romano, desde los años 50 también se elabora con ricos rellenos. Es el postre por excelencia del 6 de enero, festividad de... Sin roscón no hay Reyes
De origen romano, desde los años 50 también se elabora con ricos rellenos.

Es el postre por excelencia del 6 de enero, festividad de los Reyes Magos. Un dulce típico que no falta en ninguna mesa estos días y cuyo consumo se extiende hasta marzo, generalmente, ya que son muchas las personas que siguen eligiendo el roscón para desayunar o merendar durante los meses de invierno. Rellenos o sin rellenar, los roscos gustan por igual a toda la familia.

El Rosco de Reyes tiene sus orígenes en el Imperio Romano, durante las llamadas fiestas saturnales, en honor de Saturno, el dios de la agricultura. En esas fechas, los romanos repartían entre los esclavos porciones de una torta que portaba en su interior una haba seca. El que la encontraba era entonces nombrado ‘rey de reyes’ y se le otorgaban los privilegios de un soberano durante un día. Parece que esta tradición, con el tiempo, se extendió a Francia. La historia dice que en el siglo XI en el país vecino se celebraba la llamada fiesta del Rey de la Faba, que pasó al Reino de Navarra en el XIII a través de la corte de los Teobaldos, nobles procedentes de la región de Champaña.

Los reyes navarros acostumbraban a ofrecer el día de La Epifanía (celebración de los Reyes Magos) una comida entre los niños más necesitados. Como en el Imperio, todos los asistentes recibían una porción de rosco en el que previamente se había introducido un haba. Aquel niño que la encontraba en su ración era proclamado monarca por un día. Entre 1381 y 1439 se coronaron Reyes de la Faba en Pamplona, Sangüesa, Puente la Reina, Tafalla, Estella, Olite o Tudela. La fiesta se desarrollaba siempre en el lugar donde estuviera el soberano y, en su ausencia, la soberana. Por eso, esta fiesta no tuvo en sus orígenes una tradición ligada a la celebración del 6 de enero.

Esta fiesta tiene lugar en la actualidad el 26 de abril en la iglesia-fortaleza de la localidad navarra de Isaba, en el Valle del Roncal.

Lo cierto es que el Rosco de Reyes es hoy en día el dulce tradicional del comienzo del año. Ya, desde hace varias semanas, se encuentra en pastelerías, panaderías y supermercados a la disposición de los consumidores. Con sus frutas escarchadas, sus ‘sorpresas’ y en todas sus versiones.

Si bien en un principio el roscón era una especie de pan hecho con harina, leche, levadura, azúcar, mantequilla, huevos, sal y agua de azahar, desde los años 50 se le introdujeron distintos rellenos. Hoy en día en su interior se puede encontrar crema pastelera, nata, chantillí o trufa. También en casa se puede rellenar de lo que se quiera.Otra buena opción es la leche condensada cocida, unas natillas un poco espesas, nata y fresas, etc.

Dicen que los Roscos de Reyes comenzaron a elaborarse en las pastelerías para después ser un trabajo casi exclusivo de las panaderías. Lo cierto es que en uno u otro oficio, en vísperas de Reyes se trabajan las 24 horas del día, a turnos, para poder cumplir con todos los pedidos.

Agua de azahar

Un producto fundamental en el Rosco de Reyes es el agua de azahar, el ingrediente que le da a este dulce su característico aroma y sabor. Se trata de un jarabe que se obtiene tras el destilado en corriente de vapor de la infusión de pétalos de la flor de azahar de naranjo amargo, flor muy aromática, pequeña, blanca-violácea y con muchas cualidades. Los pasteleros y panaderos se quejan de su precio, pero sin él no podría hacerse el rosco.

También son imprescindibles las frutas escarchadas que adornan el roscón. Cerezas, ciruelas, peras, cortezas de naranja, de limón… cuya elaboración no deja de ser bastante compleja.

Cierra el capítulo de ‘ingredientes’ necesarios la ‘sorpresa’. A aquella haba seca del Imperio, los franceses y navarros después, le ha sustituido un sinfín de objetos a encontrar en el interior del rosco. Figuras de barro, pequeños juguetes en miniatura, etc. Un detalle que gusta a los consumidores de este postre y que buscan tocando con los dedos esa masa suave de aroma a naranja que no puede faltar el Día de Reyes en nuestras casas.

Diego Ruiz Redactor

Santander 1960. Universidad de Cantabria. Sección de Deportes, Cantabria en la Mesa y, a veces, algo de toros.

No comments so far.

Be first to leave comment below.