Las navidades de cinco cocineros Las navidades de cinco cocineros
La pasarán trabajando, en familia, con amigos…, unas fiestas diferentes. La Nochevieja es un día especial para casi todos. En cambio, para los cocineros... Las navidades de cinco cocineros
La pasarán trabajando, en familia, con amigos…, unas fiestas diferentes.

La Nochevieja es un día especial para casi todos. En cambio, para los cocineros es una de las jornadas más intensas y estresantes. Aun así, intentan sacar un hueco para compartir un rato con los suyos.

Kike Pérez | Hotel Chiqui

Cuarenta y tantas personas se reunieron en Nochebuena en el choco que Kike Pérez, chef del restaurante del Hotel Chiqui, tiene en su casa. El menú, esa noche, estuvo compuesto por jamón, foie, langostinos, sopa de pescado, merluza rellena, caracoles y rabo estofado. «¡Ah! –señala el cocinero– y que no falten las torrijas de mí tía Paqui».

En la cena no solo estuvieron los familiares más directos de Kike Pérez, hubo también una amplia presencia de amigos. «Después –señala– nos pasamos toda la noche jugando al bingo o al ping-pong. Hay también diversión para los niños. Lo pasamos muy bien, la verdad». En Nochevieja, Pérez tiene que trabajar. «Tenemos que dar de cenar a 500 personas y el día 1 tenemos todo reservado. Así que hace 15 o 20 años que no salgo», dice.

Mame Herrero | Restaurante Hostería Adarzo

Mame Herrero, de la Hostería de Adarzo, celebró la Nochebuena en Olea (Valdeolea), su pueblo. En la mesa se sentaron sus padres, la abuela y su hermano Laro, varias veces campeón de España y olímpico de snowboard. «Por nuestro trabajo –señala la chef– nos vemos muy poco. Mi hermano está viajando constantemente y yo tengo que estar en el restaurante, así que esta es una noche para disfrutar en familia». De menú, tuvieron croquetas de marisco, sopa de pescado, puding, lechazo… «Algo sencillo y clásico», señala Mame. En Nochevieja la jefe de cocina de la Hostería de Adarzo no tiene que trabajar y, asegura que, «después de cenar también en Olea, Laro y yo solemos salir un poquitín. Bueno, el menos que yo. Este año seguramente bajaré hasta Santander para estar con los amigos».

Jesús Sánchez | Cenador de Amós

Siete personas en total se sentaron la noche del 24 en casa de Jesús Sánchez, chef del Cenador de Amós, en Villaverde de Pontones. «Fue una cena muy familar –señala–, con mi padre, mi suegra, las niñas, mi cuñada». Esa Nochebuena, Jesús preparó algo de verdura, «cardo, alcachofas y achicoria, que es muy típica en Navarra, mi tierra, y que comemos en ensalada. También hubo anchoas, pimientos asados y algo de pescado, aprovechando que este año no han subido mucho los precios. El besugo es lo más caro, pero a mí me gusta mucho el chicharro, que me lo suele traer mi suegra. Lo pone muy bien al horno, con unas patatas». En Nochevieja, Jesús se irá a Azagra, su pueblo de Navarra. «Este año –dice– viene mi sobrina, que trabaja en Guinea, con su novio, que es de Israel, y parte de su familia».

Pepa González | Hotel Hoyuela

Toda la mañana del día 24, Pepa González estuvo trabajando en el restaurante del Hotel Hoyuela, del que es jefa de cocina, preparando comidas para llevar. «Canapés, pescados, etc. A las cuatro cerramos ya hasta el día siguiente, que tenemos el comedor lleno», asegura. Por la noche cenó en su casa con su marido y su hijo. «Fue algo sencillo: puding, langostinos, jamón, dorada y redondo, además de los postres navideños». El día 31 le toca de nuevo entrar a la cocina del hotel. Hay cotillón y debe estar al frente de los fogones, así que su marido cenará con algún familiar. Según señala, «en Nochevieja tenemos todo reservado, se va a llenar el restaurante. Y también está al completo el día 1 para comer. Y para la festividad de Reyes, a pesar del tiempo que falta, ya quedan muy pocas plazas libres».

Fernando Llamosas | Restaurante El Capricho

Fernando Llamosas, jefe de cocina del Restaurante El Capricho, en Torrelavega, reunió en la mesa a una docena de personas. «Este año –señala– somos pocos comparados con otros. La familia es grande». El chef preparó para cenar en casa de un tío suyo foie, jamón, langostinos cocidos, pato relleno y los dulces típicos de Navidad: turrones, mazapán, polvorones… Lo que no faltó en el menú, como en muchos hogares de Cantabria, fueron los caracoles guisados. La noche del 31, Fernando Llamosas cenará, como señala «en casa de mamá» y al día siguiente, el primero de 2016, le toca meterse en la cocina de su restaurante. Aún no sabe cómo estará el comedor ese día, «empezamos ahora –dice– a coger las reservas y hay que esperar además a que la gente vuelva de vacaciones, pero llenaremos».

Diego Ruiz Redactor

Santander 1960. Universidad de Cantabria. Sección de Deportes, Cantabria en la Mesa y, a veces, algo de toros.

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