Los Street Food Market, de moda Los Street Food Market, de moda
Existe un estudio para el Mercado de Puertochico. Es una de las últimas tendencias, moderna y con clase. Muy de moda en las grandes... Los Street Food Market, de moda
Existe un estudio para el Mercado de Puertochico.

Es una de las últimas tendencias, moderna y con clase. Muy de moda en las grandes capitales de todo el mundo. Espacios de ocio que se rinden a lo mejor de la gastronomía actual. Se trata de los llamados Street Food Market, generalmente antiguos mercados remodelados en los que habitan bares y restaurantes con las mejores propuestas a la hora de hacer un alto para tomar un bocado o una copa. Porciones de calles con mucho ambiente trasladadas a lugares cubiertos para hacer más cómoda la estancia del cliente. Sitios muy bien diseñados, de comida rápida pero al mismo tiempo de pausa y charla. Pequeños bocados, raciones, pinchos y tapas para echar un buen rato solo o en compañía.

El popular Mercado del Este de Santander, en su proyecto inicial, tenía mucho de Street Food Market, pero su oferta gastronómica se quedó en un par de establecimientos mezclados con tiendas y espacios dedicados a otros menesteres. Ahora, en estudio, está crear uno nuevo al estilo actual en el Mercado de Puertochico, tras una importante remodelación exterior por parte del Ayuntamiento que ya ha comenzado. Una idea que parece que va para largo, pero que está ahí, latente, para sumarse a los bares y restaurantes de una zona de la ciudad que va en alza y donde abundan los locales de moda. Por el momento se ha acometido ya la reforma del exterior mercado, con un presupuesto de 310.590 euros. Se van a ampliar los accesos y se crearán, además, un parque infantil y una terraza. Por dentro se quiere dedicar a uso comercial y de restauración, y todo parece indicar que a largo plazo será el primer marcado de la región ocupado por bares.

Un ejemplo de lo que es un Street Food Market en toda la regla es el Mercado de San Ildefonso, en Madrid, en pleno barrio de Fuencarral, allí donde comenzó a fraguarse la famosa ‘movida’. Una castiza calle del ‘foro’ a camino entre Malasaña, Chueca y Chamberí. San Ildefonso, además, puede presumir de ser el primer Street Food Market madrileño y español. El pionero.

Pero a diferencia de otros Street Food Market, el de esta rue no se levanta sobre un antiguo mercado. El de San Ildefonso se construyó sobre un solar adquirido en 2012, en plena crisis del sector inmobiliario. Un joven procedente de este mundillo, Juan Carlos Sabido, alzó en un solar del número 57 un aparcamiento robotizado, apartamentos turísticos y un local de 700 metros cuadrados, distribuido en tres plantas, donde se asientan 18 empresas gastronómicas y trabajan 105 personas. Un Street Food Market al estilo de los que existen en Londres, Nueva York, Singapur o Bangkok.

El primero en el país es el de San Ildefonso, en la calle Fuencarral de Madrid, por el que han pasado 300.000 personas en un año

Nada más entrar en el Mercado de San Ildefonso uno se encuentra con algo distinto, un lugar cosmopolita, de mucho colorido y ambiente de tránsito. Como una gran calle de las de verdad en la que se camina y se come, se descansa y se bebe. Se charla.

La idea concebida en su día por Juan Carlos Sabido fue la de establecer varios puestos de comida, cada uno de ellos con una oferta diferente y de calidad. La empresa propietaria del local, Grupo Nivel 29, alquiló los locales y escogió los productos y los productores. Exigió, también, que la gastronomía fuera en un 90 por ciento española, haciendo hincapié en las tapas y las medias raciones, buscando al público de Madrid y al viajero nacional. Se seleccionó también el mobiliario, tratando de conservar el espíritu del mercado de siempre. Su estética es industrial con un techo de vigas metálicas y tuberías vistas, con lámparas estilo años 20 traídas desde París. Abundan los materiales en bruto como el ladrillo visto o el hormigón.

Se trata de llevar distintas propuestas gastronómicas a un espacio con aires urbanos

Y, finalmente, se le dio vida. Pero una vida que además va más allá del ocio y la comida. Así todos los miércoles, San Ildefonso se convierte en una plaza viva en el que se suceden los actos solidarios, con presentación de campañas de ONG, libros, películas; degustaciones y coctelería de vanguardia. Un espacio cambiante donde también se realizan show cooking.

Los puestos

Este mercado pionero en España, abierto todos los días del año, desde las 12 de la mañana a la madrugada, tiene en la actualidad 18 puestos de estética callejera, como si del mismo Soho se tratase. En él se puede comer y beber a cualquier hora del día y la noche. No cierra la cocina como en cualquier restaurante tradicional.

Así, en la planta que se sitúa en la calle dos primeros puestos dan la bienvenida al viajero. Así se comienza la ruta, con un tenderete de jamones y embutidos ibéricos de Guijuelo, de la casa Arturo Sánchez. Chacinas y bocadillos y ‘cucuruchos’ de papel de estraza preparados para el llamado take away (comida para llevar). A su lado, se encuentran un puesto de tacos mexicanos llamado Las Mañanitas y el ‘Gancho y Directo’ donde se venden hasta diez variedades distintas de hamburguesas gourmet con panes caseros y carne de buey y vaca. Ambos tienen otro espacio en la segunda planta en la que alrededor de una gran plaza con asientos y pequeñas barras para posar la comida se encuentra La Trastienda, que sirve arroces y ‘pescaíto’ frito al estilo andaluz. Mariscos Malasaña sirve buenos frutos de mar y un rico salpicón. Quesos exclusivos se venden en La Quesería de Min y sushi en Noori. Granja Malasaña, por su parte, te da la posibilidad de probar una de las mil maneras de cocinar un huevo. De tapas, el DT y brochetas de todo tipo en La Brochette. Taninos, por su parte, tiene la mejor selección de vinos. En el apartado de carne está Bovinus y para croquetas La Croqueterie. No falta el buen café en Cultura Café. Mención aparte merece Bayontin, un puesto dedicado íntegramente a conservas premium. En él hay anchoas, bonito y pulpo cocido en su jugo y envasado al vacío de Don Bocarte. Estos productos de Santoña tienen un gran éxito en el mercado de la calle Fuencarral.

Funcionan todos los días del año y sirven comidas y bebidas a cualquier hora

Finalmente, hay que señalar que la empresa propietaria del negocio gestiona todo el tema de la bebida, el servicio de limpieza y el marketing. La cerveza, por ejemplo, es toda de una misma marca y viene directamente de fábrica en camiones y se descarga en unos depósitos de 5.000 litros instalados en la parte alta del mercado.

Los Street Food Market están de moda y en España ya hay unos cuantos similares a éste de Fuencarral, por el que en un año, de junio de 2014 a junio de 2015, han pasado 300.000 personas.

Diego Ruiz Redactor

Santander 1960. Universidad de Cantabria. Sección de Deportes, Cantabria en la Mesa y, a veces, algo de toros.

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