Papanao, de picoteo por Hernán Cortés Papanao, de picoteo por Hernán Cortés
El nuevo local de los hermanos Bezanilla cuenta también con sendos menús del día y fin de semana. El pasado verano abrió sus puertas... Papanao, de picoteo por Hernán Cortés
El nuevo local de los hermanos Bezanilla cuenta también con sendos menús del día y fin de semana.

El pasado verano abrió sus puertas un nuevo negocio hostelero en la céntrica calle de Hernán Cortés bajo la dirección de dos profesionales del sector como los hermanos Paco y Pablo Bezanilla (La Mulata). Junto a otros dos socios, acometerion una reforma integral del local, que llama la atención porque su fachada se parece a un almacén de contenedores y porque el local se puede abrir totalmente a la calle gracias a una puerta de cristal levadiza.

El nombre, Papanao, responde a las iniciales de sus cuatro propietarios, que han apostado por un bar abierto a la calle, con una barra bien surtida de pinchos desde primera hora de la mañana, con una carta de mucho picoteo, y, cuando tengan los permisos correspondientes, por dar también copas pasada la media noche.

Al frente de la cocina de Papanao está Manuel Martín Ocáriz, un joven santanderino que se formó en la escuela de Luis Irízar y que posteriormente ha trabajado en grandes cocinas como Akelarre, Ritz, Rekondo o Sant Celoni. Junto a és está Nelly, con experiencia en El Serbal y La Mulata.

La propuesta gastronómica es de corte tradicional, algo que se pone de manifiesto en el menú del día, 15 euros, que los fines de semana crece hasta los 20 euros. Para el primer plato, se ofrecen ensalada de queso de cabra con jamón, lentejas estofadas y tallarines de boletus. Para el segundo, entrecot con patata panadera, bacalao con tomate y merluza a la plancha. También suele ofrecer en este caso generalmente lechazo. Y en el postre, se plantea la tarta de queso de La Mulata, el brownie de chocolate con un helado de mango o un queso fresco con membrillo.

En la zona de bar, una serie de mesas altas invitan a compartir algunas raciones de una carta bastante equilibrada. En pinchos, destacan la mini hamburguesa, la brocheta de pollo o la pulga de solomillo y parmesano hecha al momento. Los precios de los pinchos oscilan entre 1,50 y 3 euros.

Ensaladas, embutidos y conservas

Tres tipos de ensaladas (ahumada, césar o papanao) abren paso a los embutidos, desde la cecina de León hasta el ibérico de bellota, y a los quesos.

Un aspecto cuidado es el de las conservas, anchoas, huevas de merluza, mejillones en escabeche, sardinas ahumadas, ventresca…

Las raciones ‘de cocina’ son de corte clásico, destacando las croquetas de magano o de jamón, los pimientos rellenos de rabo de toro y el solomillo troceado. También hay rabas de calamar, chipirones, langostinos al ajillo, revuelto de langostinos y espinacas, mollejas de cordero, pimientos de Padrón, el pulpo a la parrilla o el sandwich papanao.

En línea con las tendencias gastronómicas, también existe en Papanao una hamburguesa especial, con 150 gr de carne de vacuno, crujiente de papada, queso cheddar y cebolla caramelizada. Se acompaña de patatas fritas y ensalada.

En el capítulo de los postres dulces, además de la citada tarta de queso que tiente también una gran aceptación en el restaurante santanderino de La Mulata, están el bizcocho de zanahoria con helado de mantecado y los helados variados de Regma.

José Luis Pérez Redactor Jefe

Historiador y arqueólogo, trabajo desde los años noventa en El Diario Montañés donde he sido coordinador editorial de publicaciones y actualmente soy redactor jefe. Escribo de gastronomía desde hace algo más de una década y coordino el suplemento Cantabria en la Mesa.

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