Que ¡Viva la Pepa 1812!

Interesante menú degustación en la calle Tantín de Santander.

La fórmula de los menús degustación tienen una interesante triple función. La primera, que el comensal no tenga que enfrentarse al eterno dilema de qué elegir entre lo que más le gusta de lo que el restaurante le ofrece en su carta. La segunda, dejar al cocinero o cocinera la oportunidad de seleccionar sus mejores platos para llevar en la mesa. Y, por último, está el saber de antemano cuánto se va a pagar por lo comido y lo servido.

Uno de los menús degustación más atractivos en estos momentos es el que el bar-restaurante ¡Viva la Pepa 1812!, de la calle Tantín, en Santander, tiene al mediodía durante toda la semana. Un menú de 20 euros que incluye todo y que parte, de lunes a viernes, con un aperitivo de jamón ibérico de bellota cortado a cuchillo con salmorejo, un primero de pescado con bacalao al gusto del cliente y un segundo de carne con rabo estofado deshuesado en salsa de setas. El fin de semana, el ¡Viva la Pepa! mantiene el mismo precio, si bien aumenta su oferta culinaria con más platos de la carta para que el cliente pueda elegir y poder probar así otras variedades de la cocina que realiza Julián Leal.

El pasado fin de semana, el ¡Viva la Pepa! ofreció como entrantes el jamón de bellota, exquisito por cierto, acompañado de un chupito de rico salmorejo para extenderlo sobre el pan o para disfrutar bebido simplemente. También había puding de langostinos y bacalao, una propuesta original y muy sabrosa, y su conocido cocido montañés.

En pescados, se podía elegir entre un rape alangostado, una receta poco frecuente en las cocinas cántabras; pulpo a feira con espuma de patata, rico y en abundante ración, y bacalao al pil-pil, de sobresaliente nota. Ciertamente se puede decir que es una de sus principales especialidades.

Siguió el menú degustación con otro tres platos a elegir: codillo asado a baja temperatura con crema de patata y pimiento de Isla, excelente; rabo de buey deshuesado con salsa de setas, otra de las raciones recomendables de este local de la calle Tantín, y carrilleras en su jugo, habituales en la carta, y muy logradas, sin duda.

De postre: tarta de queso horneada, torrija pasiega y arroz con leche. Todo muy casero. El menú degustación, a 20 euros, incluye café o infusión. El vino, un tinto crianza de Rioja, rosado o blanco de rueda.

Destaca la labor que en el comedor de este establecimiento de sugerente nombre -Cádiz, años 1812, primera Carta Constitucional en España- realiza Alejandro Castañera. Hay que atender a sus acertadas recomendaciones.

El ¡Viva la Pepa! tiene además pinchos, raciones y un menú del día con un precio muy razonable. Y su terraza es una de las más buscadas de la capital cántabra.