Tiempo de Magosta en Cantabria

La fiesta del culto a la castaña se centra en el Valle de Buelna.

Estamos en tiempo de Magostas, de castañas asadas, de ‘pitu’ y tambor, de gaitas, tonadas, rabeles y panderetas. Momento en la ciudad de asadores de carbón tuneados como locomotoras antiguas y cucuruchos de papel cuyo contenido tiene la doble función de calentarnos las manos y disfrutar un tentempié de lo más saludable. Tiempo de danzas y cánticos, de nuestro folklore más auténtico. Época para rendirle todo el culto que merece a la castaña, el fruto seco más extendido en Cantabria y todo el norte del país. Fuente de alimentación ancestral de los pueblos de una región que nunca olvida su pasado.

Pocos son los lugares en Cantabria donde no se celebra la fiesta de la Magosta, una ancestral y mágica celebración. Una reunión de familiares y amigos en pleno otoño, una tradición que, además, busca la conservación del medio ambiente y dinamizar el sector turístico en el medio rural.

Uno de los valles más volcados con esta tradición ancestral es el de Buelna, con unos 14.000 habitantes entre los municipios de Los Corrales y San Felices. Allí, la Marca Común Magostas de Buelna organiza todos los años, durante dos meses, la fiesta de la castaña en distintas localidades del Ayuntamiento. De hecho, ya lleva tres celebradas y que han tenido lugar en Los Corrales de Buelna, un par de barrios y Barros.

Hoy, sábado, será La Aldea, en Los Corrales, donde esta activa agrupación celebrará una de sus más populares Magostas, bajo la organización de la Peña El Tarumbo. Por la tarde, habrá hinchables para los más pequeños y desde las 19.30 horas, concierto de La Filarmónica del Armario, música folklórica a cargo de Tente Nublo y ronda con Mendi e Ismael, Los Piteros del Bardalón.

Pero es en el pueblo de Coo, de poco más de 300 habitantes y situado en un monte a 120 de altitud, donde se vive con auténtico fervor la Magosta. Este año se celebrará el próximo sábado, 7 de noviembre, y será la Asociación Cultural Los Remedios quien se encargue de todo. El programa ya está cerrado: A partir de las 20.00 horas, tradicional Magosta amenizada por la banda de gaitas Trasla rroza. A las 21.00, concierto folk El Joyu, a cargo de Marcos Bárcena y Miguel Cadavieco, Tejedor, Alen de Arcos y Bruma. Durante la noche, degustación de carboneras y chocolate.

Las carboneras son un dulce elaborado con chocolate, castañas y miel que, en forma de piedras de carbón, reparten las mujeres del pueblo entre los asistentes a la fiesta.

Hay que recordar que, en sus orígenes, este pueblo ahora ganadero, vivió de la elaboración de carbón vegetal.

El joyu

Las carboneras, de las que se elaborarán más de 2.000 unidades, son un homenaje a las mujeres mayores del pueblo que iban cada día a llevar la comida a sus maridos que trabajaban en el ‘joyu’, las pilas de joyos o joyas para elaborar el carbón del monte. Eran ellas, además, las que después cargaban los pesados sacos del material combustible que llevaban a vender a pueblos o ciudades vecinas como Los Corrales o Torrelavega. Esta localidad, integrada en pleno Parque Natural Saja-Besaya, curiosamente se conocía en 1374 como Coo de la Castaña. Por eso no es difícil imaginar el porqué de su amor por la Magosta.

El sábado 14, la Magosta llega a Somahoz, organizada por la Asociación Cultural Gedío. A partir de las 19.00 horas está previsto el tradicional Castañón de San Andrés, con romería y música tradicional.

Amplio es el programa de actos para la última Magosta de la temporada en el Valle de Buelna. Será el día 21, en San Mateo, elaborado por la Asociación Cultural Rebujas. La denominada ‘picadura’ de las castañas –hay que cortar una parte de ellas para poder asarlas– se hará la víspera para, al día siguiente, celebrar la ‘Blanqueada del Tardíu’, con cazuelitas de sabrosos callos. Por la tarde se instalarán juegos hinchables para los niños y niñas que acudan a la cita. A las 19.00 horas se celebrará una Romería Cántabra y Magosta de Castañas asadas a leña y carbón amenizado por la Banda de Gaitas Gediu. Habrá también una Verbena Cántabra, con Chocolatada de la Tejera de San Mateo, al ritmo de ‘pitu’ y tambor. La fiesta y la última Magosta de este popular valle finalizará con una degustación de te del Puerto con orujo. Un gran colofón que reunirá a muchos vecinos de la zona y de distintos puntos de la región. El culto a la castaña se lo merece.

Propiedades

Rica en hidratos de carbono, fibra, potasio, taninos y vitamina B, entre otros, la castaña se encuentra desde el sur de Inglaterra hasta la Península Ibérica y las proximidades del Mar Caspio. Tiene sus ramificaciones en Canarias, Madeira, norte de Marruecos y Argelia. En España la encontramos desde Galicia a Navarra, y provincias como las de León, Zamora, Gerona, Barcelona, Salamanca, Cáceres y Ávila. En Andalucía hay castaños en Sierra Morena, Sierra Nevada y la Serranía de Ronda.

Las castañas fueron una importante fuente de alimentación en el sur de Europa, en el sudoeste y este de Asia y también en el este de Norteamérica. Durante la Edad Media, en el sur de Europa, las comunidades que habitaban cerca de bosques de castaños y que tenían escasez de acceso a la harina de cereal utilizaban este fruto como principal fuente de carbohidratos. La castaña dulce fue introducida en Europa desde Sardes, en Asia Menor, y el fruto fue entonces llamado ‘nuez sardiana’.

Marron glace

La castaña es el producto base de uno de los dulces más sofisticados que se pueden encontrar en el mercado. Originario de Francia, se trata de un ‘bombón’ hecho a partir de castañas confitadas o glaseadas. Pueden llevar un baño de coñac e incluso una cobertura de chocolate. Una caja de 300 gramos de marron glace de una marca convencional viene a costar unos 13 euros.

En cocina la castaña, sirve además para acompañar a carnes y como ingrediente básico para el relleno de tartas y postres. Son conocidas además la sopa, el puding y el puré de castañas.