Guisos del Pajar en Galizano

En su nueva ubicación, propone un mes con jornadas de alubias.

Después de 10 años en Carriazo, el cocinero Ángel Pérez se ha llevado El Pajar a apenas dos kilómetros, a Galizano, donde ahora dispone de un local más amplio y con más posibilidades de atender a un mayor número de comensales con su cocina tradicional, raciones y copas. Donde estuvo La Pecosa y antes La General, ahora, desde el 14 de mayo, está El Pajar, junto a la carretera, y tras un verano intenso de trabajo, Ángel ha recuperado sus tradicionales jornadas de las alubias. Estas se prolongarán desde el 15 de octubre al 15 de noviembre, para satisfacción de los amantes de la buena cuchara.

Las jornadas se plantean a partir de cinco guisos bien ejecutados y muy sabrosos. El comensal podrá degustar cada ración de alubias a un precio de 9 euros y luego completar su degustación con cualquiera de los platos de la carta. Recomendables, los callos, una de las grandes especialidades de la casa.

Otra opción es decantarse por el menú de las jornadas, que tiene un precio de 18 euros -sin bebida-. En este caso, se comienza con un surtido de patés (de queso de Tresviso con nueces y de anchoas con pimiento rojo). A continuación se presenta una ración de rabas y croquetas de carne. Y en tercer lugar el comensal tendrá que elegir entre unas deliciosas pochas con almejas plenas de cremosidad; un clásico cocido montañés; unas inolvidables verdinas asturianas con rape y langostino -en este caso la ración llega emplatada-; unos judiones de La Granja con boletus y perdiz; y, dejamos para el final, unos exquisitos caricos de Trasmiera con el chorizo y la panceta. Éstos, suministrados por un productor local, Álvaro Junco, son toda una garantía de sabor, pero si algo cabe destacar en estas jornadas, además de la buena elección de las materias primas, es la mano que tiene Ángel con las alubias. Dice el chef que le gusta madrugar y poner pronto el guiso junto al fuego, para que llegado el mediodía la operación esté completada; dos horas de reposo, y a la mesa. Todo un homenaje para el paladar en esta época del año.