Ya se que no estamos en Semana Santa y que la de hoy es una típica receta de esa época pero esta semana os...

Ya se que no estamos en Semana Santa y que la de hoy es una típica receta de esa época pero esta semana os propongo una manera distinta de hacer unos riquísimos garbanzos con bacalao a partir de un aprovechamiento de restos. La idea es utilizar los clásicos garbanzos que hemos elaborado para un cocido o una sopa, que más de una vez nos sobran, y aprovecharlos para hacer un plato que no dejara indiferente a nadie en casa.

En primer lugar necesitamos picar bastante cebolla, unas tres dependiendo de la cantidad de garbanzos que tengamos, y ponerlas a pochar en una sartén. La picamos pequeña para que casi ni se note a la hora de comer. Cuando ya esté añadiremos nuestros garbanzos, lógicamente ya cocidos, y los freímos junto con la cebolla. Esto ya de por sí es un planazo que a mi me encanta, pero le vamos a dar una vuelta de tuerca.

Necesitamos unos lomos de bacalao desalado que no sean excesivamente gruesos y una cazuela donde pondremos unos ajos fileteados y aceite de oliva virgen extra para que se vayan dorando. En realidad es muy parecido a hacer un pilpil pero no necesitamos que la salsa engorde demasiado, con que se ligue un poco es más que suficiente.

Una vez dorados nuestros ajos los retiramos y en ese mismo aceite ponemos los lomos de bacalao con la piel hacia arriba, y con el fuego apagado dejamos que se vayan confitando en el aceite que aún conserva el calor de haber frito los ajos. Muy pronto veremos que el bacalao desprende unas motitas blancas en el fondo de nuestra cazuela, eso es la gelatina que suelta y que nos interesa para poder ligar con el aceite.

Retiramos el bacalao a una bandeja que iremos inclinando para que vaya cayendo la gelatina en nuestra cazuela. Con unas varillas o un colador vamos emulsionando el aceite con la gelatina hasta que veamos que ha ligado. No es necesario que quede muy consistente insisto, con lo cual no hay que poner mucho aceite. Una vez conseguido volvemos a introducir el bacalao, encendemos el fuego y dejamos que se acabe de cocinar. Espolvoreamos con abundante perejil picado el pescado y la salsa y lo servimos sobre una cama de nuestros garbanzos fritos encebollados, ponemos unos ajos de los que teníamos reservados por encima y listo. Una auténtica delicia ya veréis.

Ricardo Ezcurdia Cocinero

Para este profesional del mundo de la joyería la cocina es su auténtica pasión, lo que le ha llevado a realizar numerosos cursos junto a grandes cocineros. Esta afición le animó a inscribirse en el concurso televisivo Master chef, donde en alguna edición se ha quedado a escasos pasos de ser seleccionados. Colaborador habitual en Cantabria en la Mesa, pone el contrapunto con sus artículos dando la visión del cocinero aficionado, compartiendo con los lectores sus recetas y sus trucos.

No comments so far.

Be first to leave comment below.