Máximo respeto a la materia prima de calidad, que ‘habla’ sola en el plato.
La calidad se nota y más en un plato o en unas raciones. Los restaurantes que seleccionan la materia prima y que luego la cuidan y respetan entre los fogones se convierten en referencia con argumentos sólidos. Este es el caso de La Flor de Miranda, un establecimiento que desde su última reforma y bajo la dirección de la familia Cuartas destaca son el sobresaliente nivel de sus viandas.
Ahora, ha recuperado durante dos semanas una iniciativa que siempre tiene muy buena acogida. Se trata de unas jornadas dedicadas a las raciones premium. Buen bocado con unos precios razonables, que oscilan entre los 8 y los 12 euros. Una buena disculpa para picar algo a la hora del aperitivo o de comer divinamente.
En total son 25 propuestas, a las que luego se suma una oferta especial de gin tonics premium a un precio de 5 euros. Toda una tentación, especialmente si se comienza con un jamón ibérico Cinco Jotas cortado a cuchillo en presencia del comensal. Una delicia.
En el ámbito de los embutidos, también se puede optar por el lomo, el morcón, el chorizo o el salchichón Cinco Jotas. La cecina, de Astorga, y el queso, manchego, aunque no puede faltar una tabla de quesos de Cantabria. Otra ración interesante es la de jabuguitos, que pueden perfectamente seguir a unas anchoas del Cantábrico de elaboración casera.
En el ámbito del marisco, especialidad de la casa, hay zamburiñas, coquinas, gambas, centollo (a 20 euros el kilo) y bogavante del Cantábrico (a 40 euros el kilo).
Con más trabajo en la cocina se proponen los chipirones en tinta, las almejas a la sartén o a la marinera, los pimientos rellenos, las albóndigas de carne o de pescado, las mollejas, la asadurilla, las manos de cerdo o los bocartes en ensalada.
Mención aparte merecen los callos de buey, con cuya carne también se elaboran unas mini hamburguesas a razón de 4 euros cada la unidad.
Finalmente, cabe recomendar las setas de temporada, salteadas. Sabor auténtico con el boletus, el rebozuelo, el cardo…
José Luis Pérez Redactor Jefe
Historiador y arqueólogo, trabajo desde los años noventa en El Diario Montañés donde he sido coordinador editorial de publicaciones y actualmente soy redactor jefe. Escribo de gastronomía desde hace algo más de una década y coordino el suplemento Cantabria en la Mesa.
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