Todas las épocas del año suponen un cambio en nuestra alimentación ya sea por los hábitos, las vueltas de vacaciones o por la temporalidad...

Todas las épocas del año suponen un cambio en nuestra alimentación ya sea por los hábitos, las vueltas de vacaciones o por la temporalidad de los productos frescos que podemos encontrar en cada una de ellas.

En este caso llega el otoño, con sus maravillosos productos, las setas, calabazas, berenjenas, coliflores, brécol…, comienzan las naranjas, los pomelos, mandarinas, uvas, las carnes de caza, como el corzo, la liebre, las aves, becada o faisán…, infinidad de productos que harán del otoño una temporada apasionante.

Ya os he hablado alguna vez de las cremas de calabaza o de coliflor que tanto apetecen ahora que bajan las temperaturas. También las legumbres serán seguro protagonistas en nuestras mesas…. Lo que sí quiero reivindicar desde aquí es la cuchara, porque sinceramente a mí una de las cosas que menos pena me da de que se acabe el verano es eso, los platos de cuchara.

Ya sean sopas, cremas o legumbres…, todo buen ‘homenaje’ de estos que nos damos cualquier fin de semana en algún pueblo de nuestra región comienza con un buen plato de cuchara.

Estos platos, emblema de la cocina tradicional, resultan económicos, dan mucho de sí y… ¿a quién no le gusta un buen cocido o unas alubias bien puestas?

Mi propuesta para esta semana es bien sencilla. Se trata de una crema de garbanzos con calabaza, para lo cual coceremos los garbanzos igual que para hacer una sopa, con su zanahoria, puerro, hueso y trozo de coja si queremos.

Separamos los garbanzos, los pasaremos por el túrmix con parte del caldo de la cocción para que no nos quede muy espesa, y lo reservamos. La calabaza la haremos al horno, asada es como más me puede gustar, con esos toques dulces y la textura tan agradable que tiene. La quitamos la pie y la cortamos en dados de unos 2 cm la ponemos en una fuente con un poco de aceite y sal y la horneamos hasta que quede a nuestro gusto a unos 160º.

Terminamos el plato sirviendo la crema bien caliente con unos dados de calabaza y unas pipas peladas, también de calabaza, que le aportan un toque crujiente y sorprendente.

¡Este otoño vamos a triunfar!

Ricardo Ezcurdia Cocinero

Para este profesional del mundo de la joyería la cocina es su auténtica pasión, lo que le ha llevado a realizar numerosos cursos junto a grandes cocineros. Esta afición le animó a inscribirse en el concurso televisivo Master chef, donde en alguna edición se ha quedado a escasos pasos de ser seleccionados. Colaborador habitual en Cantabria en la Mesa, pone el contrapunto con sus artículos dando la visión del cocinero aficionado, compartiendo con los lectores sus recetas y sus trucos.

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