La moringa La moringa
La Moringa oleífera es un árbol de origen oriental de gran porte (más de diez metros) y muy frondoso. Pero su importancia es que,... La moringa

La Moringa oleífera es un árbol de origen oriental de gran porte (más de diez metros) y muy frondoso. Pero su importancia es que, sin lugar a dudas, es la planta más rica en nutrientes saludables; un auténtico superlimento. En España se cultiva en Canarias, Andalucía y Murcia. Pero en Europa aún está pendiente su autorización para consumir como alimento, lo que en EEUU ya se ha conseguido y su consumo tanto alimentario como dietético está aumentando de manera espectacular.

Todas las partes de la planta son comestibles ya que contienen nutrientes capaces de prevenir o aliviar numerosos problemas de salud (más de 300 enfermedades según las medicinas tradicionales). Destacan sus beneficios sobre infecciones, problemas hepáticos, diabetes, alteraciones cardiovasculares, hipertensión, alteraciones de los lípidos en sangre, el exceso de colesterol, artritis, anemia, problemas de orina, problemas respiratorios, afecciones cutáneas y del cabello, menopausia, osteoporosis, envejecimiento. Numerosas publicaciones recientes realizadas tanto en pacientes como en animales de experimentación avalan muchos de estos efectos saludables.

La moringa es muy rica en vitaminas como la Vitamina C (cuatro veces más que la naranja), vitamina A y carotenos (cuatro veces más que la zanahoria), además de otras muchas vitaminas del complejo B. Abundan minerales como el potasio (tres veces más que el plátano), calcio (cuatro veces más que la leche), hierro (tres veces más que la espinaca) y otros más. En sus hojas abundan diez aminoácidos esenciales que cumplen importantes funciones en nuestro organismo. El aceite extraído de sus semillas contiene abundantes esteroles complejos muy saludables y tocoferoles, además de vitamina E. Las diferentes partes de la planta, en especial las hojas, son muy ricas en antioxidantes; se ha llegado a identificar más de cuarenta.

De la moringa se come todo. Sus frutos son vainas muy parecidas a las habas o a las judías verdes y se pueden consumir guisadas de manera similar como se hace para estas dos verduras. Las semillas se sacan de las vainas y se pueden consumir guisadas o tostadas (para aperitivos). Las hojas frescas se pueden consumir adicionadas a ensaladas o pulverizadas como aderezo de numerosos guisos y para preparar salsas. Las flores también pueden añadirse a las ensaladas o utilizarse para elaborar platos fríos. Incluso las raíces trituradas se utilizan para preparar infusiones. El aceite es muy saludable y contiene elevadas proporciones de oleico, puede usarse en aliños, fritos o tostados.

Actualmente en España (hasta donde yo se) no se vende en los supermercados la moringa fresca, pero si hay numerosos preparados a la venta (en herbolarios o en Internet) que nos proporcionan todas las opciones para utilizar la moringa en la cocina: extractos de hojas enteras o en polvo, cápsulas de aceite de semillas y muchos más preparados culinarios. También hay bebidas; he encontrado en Internet una cerveza ecológica y natural elaborada con hojas de moringa. Dadas sus enormes beneficios a nivel de la piel o el pelo, la moringa se utiliza para elaborar numerosos preparados cosméticos como geles corporales, cremas faciales o champús, entre otras opciones.

José Enrique Campillo Médico

Catedrático de fisiología y experto en nutrición y alimentación.

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