El picoteo es divertido El picoteo es divertido
La Oliva, en Guarnizo, cuenta con propuestas plurales y atractivas. Cada restaurante debe tener su propia personalidad, especializarse y concretar bien sus propuestas para... El picoteo es divertido
La Oliva, en Guarnizo, cuenta con propuestas plurales y atractivas.

Cada restaurante debe tener su propia personalidad, especializarse y concretar bien sus propuestas para que el cliente sepa, en líneas generales, lo que va a encontrar y va a pagar por término medio. Esto lo ha conseguido el restaurante La Oliva, en la periferia de El Astillero, de la mano de Ángel Castanedo y de su esposa Mónica Teja. Bajo su dirección el negocio ya ha cumplido nueve años (2006) y está plenamente consolidado en la zona con una referencia de un picoteo de calidad y muy variado. Aquí se ha conseguido un equilibrio entre las especialidades que ya no pueden faltar y novedosas propuestas que paulatinamente se van incorporando a la carta, proporcionado alicientes al cliente más habitual.

A diario, funciona muy bien en La Oliva el menú. Se proponen media docena de primeros y otros tantos principales. Un día cualquier, el cliente puede encontrarse unas patatas a la riojana, una crema de calabacín, una ensaladilla, una ensalada de la casa, unos entremeses fríos y calientes o unos macarrones a la boloñesa para el primer acto. A continuación, la elección puede ser entre una pechuga de pollo a la plancha, un magret de pato, unos bocartes rebozado, un bacalao confitado y piperrada o un revuelto de bonito y pimiento. A esto hay que sumar el postre, para un precio final de 12 euros, que se mantiene todos los días de la semana.

Carta

Aunque se ha incidido en el picoteo, aquí también se puede comer más formalmente, aunque las opciones para compartir diferentes especialidades pueden convertir un almuerzo o cena con amigos o familia en algo muy divertido.

En raciones, cabe citar referencias como las rabas, los buñuelos de bacalao, el pulpo a la gallega o el tentátuculo de pulpo a la plancha con vinagreta de manzana -nuevo-, las croquetas caseras, la morcilla frita o embutidos como la cecina de Astorga, la cecina con virutas de foie, el carpaccio de buey, los ibéricos o la tabla de quesos.

Varios tipos de ensaladas poco convencionales, risottos, revueltos, sartenes de huevos con… o raciones de alcachofas, almejas, langostinos, mollejas o manos de cerdo son otras opciones más que interesantes y sabrosas. Para más formalidades hay varios tipos de pescados y carnes, entre las que destaca el chuletón a la piedra (35 euros/kg). Los postres en la misma buena línea.

José Luis Pérez Redactor Jefe

Historiador y arqueólogo, trabajo desde los años noventa en El Diario Montañés donde he sido coordinador editorial de publicaciones y actualmente soy redactor jefe. Escribo de gastronomía desde hace algo más de una década y coordino el suplemento Cantabria en la Mesa.

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