Hay libros en los que su atractivo estético provoca entre sus lectores una reacción positiva en cuanto al interés de su posterior lectura; en otros, sin embargo, no es así y solemos catalogarlos como libros ‘técnicos’ o de ‘estudio’ y que, en ocasiones, a pesar de su sobriedad, llegan a cautivarnos de tal manera que los convertimos en libros de ‘consulta’. Este es el caso, queridos gastrolectores, de la lectura que os aconsejo para estos inicios de curso escolar que coinciden en el tiempo con la recolección más importante de hortalizas y frutas en esta región norteña donde pasamos nuestros días: tomates, pimientos, calabacines, vainas. y otros productos de la huerta alcanzan ahora su época de esplendor; así mismo, los higos, peras, manzanas, nueces, castañas, moras. esperan en los árboles una caída provocada por estos vientos septembrinos que ahora nos ha dado por llamarlos ciclogénesis.
‘Conservación de Frutas y Hortalizas’ fue publicado hace ya más de 60 años por la Estación de Investigación de Long Ashton (Gran Bretaña). La obra que nos ocupa ha sido recientemente revisada por el profesor David Southgate, lo que hace que figure como su autor.
Comienza con una serie de recomendaciones sobre la importancia de la Seguridad Alimentaria para pasar a darnos una clara información sobre los principios y métodos de conservación de alimentos. Nos explica con detenimiento cómo hacer distintos tipos de mermeladas, jaleas, jarabes y frutas en conserva. También dedica un espacio importante a los encurtidos, vinagres, chutneys y otras salsas, así como a las técnicas de desecación, salado y congelación de alimentos. Dedica ya el último capítulo a regalarnos una serie de sabios consejos sobre el almacenamiento de frutas y hortalizas.
De verdad, interesante libro, sobre todo para todo aquél que disfrute de la cercanía del campo y quiera conservar sus aromas y sabores de forma adecuada.
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