Kabuki coffee

Muy buenos días a todos, vosotros, fieles lectores de este artículo, blog o yo qué sé. En fin, que una semana más aquí estamos, a vuestro servicio, animándoos a que probéis cosas nuevas con el café y a aumentar la cultura de esta bebida tan antigua y que a tanta gente vuelve loca. La verdad es que, como os decía la semana pasada, lo bueno había terminado y comenzábamos con el trabajo, de aquí para allá, y es que llevo dos semanas y no he parado, y solo mirar la agenda, ya me asusta. He vuelto a Madrid, y claro, no todo va a ser trabajar, también hay que disfrutar. Pues ni corto ni perezoso, me he acercado a Kabuki, un restaurante japonés en expansión por el mundo, con raíces de aquí, en el que se fusiona la comida japonesa, sobre todo pescado crudo, con platos típicos de la gastronomía nacional.

Con estrella Michelin, este restaurante, ubicado en los bajos del Hotel Wellington, deleita a sus clientes con platos como ensalada murciana, pan tumaca, pez mantequilla a la bilbaína, bol de huevos rotos con ‘pimientos’ y otras delicatesen que os dejo descubrir a vosotros si os acercáis por la capital de España. Y claro, diréis, ¿y esto a qué viene en un artículo de café? Pues el último plato que me pusieron en el menú que nos confeccionó el maître se trataba de un nigiri de desayuno, una bola de arroz, frita en mantequilla y empapada en café con leche, con atún toro y mermelada de tomate. Como si estuvieras disfrutando de un desayuno completo, un intenso sabor a tostada de pan de molde a la plancha con mantequilla, con un dulce y graso sabor a mermelada y un final de cacao dulce del café con leche.

Y es que, como veis, el café está en todos los lados, por algo será. Por cierto el trato del personal, estupendo, y el maridaje de los vinos, espectacular. Gracias a Ricardo Sanz y todo su equipo por esta experiencia tan espectacular.

¡Ah¡ estuve en otro sitio de Madrid que promete, un sitio que macera todos sus licores, algunos con café, y que quieren ser un referente en este mundo de la bebida marrón. Ya os hablaré de él en otra ocasión. Pasad un buen fin de semana. Un saludo y un espreso, por favor.