Los de Altamira no comían dulces

En los últimos años la ciencia médica ha confirmado que uno de los peores hábitos para nuestra salud es el abusar a diario del azúcar y de los alimentos dulces. El exceso continuado de azúcar es una de las principales causas de obesidad y el principal responsable de producir un estado inflamatorio generalizado en nuestro organismo. Ambas alteraciones son la base sobre la que se asientan y desarrollan la mayor parte de los problemas de salud que nos asedian por encima de los cuarenta años de edad como diabetes, hipertensión, dislipemias, problemas cardiovasculares, artritis, problemas nerviosos y algunos tipos de cáncer.

Pero, ¿por qué el exceso de azúcar resulta tan dañino para nuestro organismo? Sin entrar en comple- jos argumentos metabólicos la explicación viene de la mano de la llamada Medicina Darwiniana o Evolucionista. Los alimentos dulces apenas existen en la naturaleza (la miel y algunas pocas frutas, sobre todo pasas). A lo largo de la evolución de la especie humana, nuestros ancestros solo comían algún alimento dulce, rico en azúcar, cundo se topaban con una colmena o un bosquecillo de frutales en sazón. Era un consumo ocasional,por eso nuestro organismo no ha desarrollado los mecanismos metabólicos adecuados para asimilar una ingestión abundante y continua de dulces.

Los dulces fueron un invento muy reciente, hace menos de cinco mil años, por eso sabemos que los cántabros que pintaban las cuevas hace decenas de miles de años aun no habían inventado los sobaos. Según la Medicina Darwiniana la enfermadas surge cuando hacemos un uso incorrecto de nuestro diseño evolutivo (cómo nos ha hecho la naturaleza a lo largo de millones de años). En este caso el uso incorrecto sería el abusar de un alimento (el dulce) que solo ha estado presente esporádicamente en la dieta de nuestros ancestros.

Surgen en consecuencia dos preguntas esenciales. ¿Cuánta azúcar puedo consumir diariamente? La respuesta actual de la ciencia médica es bien clara, cuanta menos mejor. Ya pero a todos nos gusta un poco de dulce de vez en cuando, entonces.

¿Dónde está el límite de la cantidad diaria de azúcar que podemos consumir con tranquilidad? Aquí los diversos estudios apuntan a que no debe superarse (salvo ocasiones excepcionales) los 50 gramos diarios de azúcar. Vamos a dar algunos ejemplos para que se puedan hacer una idea. Un sobre de azúcar de los que echamos en el café suelen ser 8 gramos; si tomamos tres cafés ya hemos ingerido casi la mitad de la dosis recomendada. Además debemos sumar el azúcar de las bebidas azucaradas y de los dulces y pasteles. Debemos consultar la etiqueta nutricional para tener una idea de su contenido en azúcar. Cuidado con la fruta que también es muy rica en un tipo de azúcar que es la fructosa; por eso es mejor consumirlas enteras o licuadas. Los zumos concentran el azúcar de la fruta ya que en el colador se queda parte de la fibra.

Aunque consumamos algo más de azúcar que nuestros antepasados de Altamira, con un poco de atención podemos situarnos en niveles de consumo moderados que no dañen nuestra salud.