Los baños de ola y el agua de mar Los baños de ola y el agua de mar
Durante el siglo XIX los médicos comenzaron a recomendar que la gente acudiese a pasar algunos días cerca de la orilla del mar, donde... Los baños de ola y el agua de mar

Durante el siglo XIX los médicos comenzaron a recomendar que la gente acudiese a pasar algunos días cerca de la orilla del mar, donde aconsejaban realizar ejercicios moderados en la playa y meterse en el agua hasta sentir las olas en las piernas, sin sumergirse por completo en el agua (casi nadie sabía nadar). Esa moda recorrió toda Europa y las familias acomodadas pusieron de moda el turismo de playa en ciudades como Santander, Niza, Cannes, Biarritz, etc. Eran los baños de ola que se anunciaron por primera vez en la Gaceta de Madrid de 17 de Julio de 1847 con el titular ‘Baños de oleaje en el Sardinero’. Los historiadores opinan que el turismo de playa en España nació en esta playa santanderina.

Los beneficios de estos baños parciales para la salud eran indudables, pero sus efectos no se debían al contacto del agua fresca del oleaje, que acariciaba las piernas de los bañistas. Su acción beneficiosa se debía a que al estar muy cerca de la orilla del mar las personas recibían directamente sobre sus cuerpos el aerosol salutífero que produce el viento sobre la cresta de las olas. Así el agua de mar finamente pulverizada penetraba en el organismo a través de los pulmones, al respirar, o del aparato digestivo al empapar las fosas nasales y el interior de la boca.

El agua del mar tiene una composición extraordinaria ya que se ha ido formando a lo largo de miles de millones de años. Contiene muestras de todos los minerales y oligoelementos existentes. Destaca su contenido en sodio, magnesio, calcio, potasio, cloruro, azufre como sulfatos, bicarbonato, bromuro, flúor, yodo, litio y muchos más. Muchos de ellos con cofactores de sistemas enzimáticos que cumplen importantes funciones en nuestro organismo. También contienen gases y si el agua marina es superficial también contienen restos de seres vivos como fitoplancton y zooplancton que aportan nutrientes muy saludables como proteínas y grasas poliinsaturadas.

Hoy día está de moda el consumo de agua de mar para mejorar nuestra salud y prevenir (o tratar) algunas dolencias. La recomendación es beber tres vasitos de agua de mar al día. Pueden tomarse con zumo de limón para disimular su amargor. Estas dosis no contienen una cantidad excesiva de sal y aportan numerosos minerales y nutrientes muy saludables. También se puede utilizar para cocinar, como tradicionalmente han hecho los pescadores y marineros. Hay muchos países en los que el agua de mar se incluye oficialmente en sus protocolos de tratamientos de algunas enfermedades.

Para aquellos que estén interesados en la experiencia pueden recoger agua de mar un poco alejados de la playa y de las ciudades. Normalmente el agua de mar no contiene gérmenes peligrosos para la salud humana.

También podemos recurrir al agua de mar higienizada. En España hay (que yo sepa) diez empresas que comercializan agua de mar embotellada y con estándares microbiológicos aceptables.

Del baño de ola hemos pasado a la recomendación, desde algunos sectores médicos, de beber al menos un vasito de agua de mar al día. Que les siente bien.

José Enrique Campillo Médico

Catedrático de fisiología y experto en nutrición y alimentación.

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