Shakerato

Bueno, pues ya volví de Palermo. ¡Qué calor! La verdad es que es un sitio muy bonito para visitar por las innumerables playas y acantilados que posee la isla, además de por el majestuoso volcán que la domina desde prácticamente el centro, con unas aguas espectaculares para bañarse, calientes y azules, diferentes según el lugar en el que te encuentres. Pero la verdad es que Palermo, la ciudad más importante, me decepcionó un poco. Tiene una cantidad inmensa de patrimonio precioso, pero la mayoría mal conservado, algo dejado a su suerte y la sensación de ciudad algo sucia.

Sin embargo, la boda genial, muy diferente a lo que estamos acostumbrados por aquí, mucha comida, más ligera que la nuestra, a base de pescado, pasta y arroz y mucho baile…, se pasan la boda bailando, entre plato y plato. La verdad es que esperaba poder poneros alguna cafetería especial, pero no vi muchas, por no decir ninguna (me pateé bastante la ciudad) y en los sitios en los que comí, me lo dieron de cápsula, ¡qué decepción!

Bueno, pero eso ya pasó, y comienza una nueva semana, esta con otra sorpresa más, y es que ha llegado al mundo una nueva personita en la familia, se llama Alix, es una niña preciosa, a la que seguro que le va a encantar el café en breve. Así que hoy he venido a visitarla en su quinto día de vida a Castro Urdiales, donde crecerá y vivirá. Y de paso, pues me he encontrado este maravilloso café frío, que en estos días apetece, y mucho. Recomendada la visita por un amigo, me he acercado hasta el Warhol, donde Carlos me ha ofrecido este café shakerato que veis en la fotografía. Es muy fácil de hacer, se necesita un espresso y tres piedras de hielo, que metemos en un vaso de batidora de brazo (las que hay en casa habitualmente) y trituramos hasta conseguir una textura cremosa y fría. A Carlos le gusta decorar la copa con crema de caramelo y luego espolvorear canela en la parte superior, pero se podrían hacer modificaciones en casa, con chocolate o con leche condensada y espolvorear cacao o almendra, por ejemplo.

Me ha encantado, un trago frío y cremoso, con un ligero toque dulce del caramelo. Si os gusta más dulce, indicarle a Carlos que os añada un poco de azúcar al espresso antes de batir.

Por cierto, estuve en el campeonato de baristas de Asturias como juez, así que ya os contaré qué es lo que he probado que más me ha sorprendido. Felicidades a todos los participantes y en especial a Miguel que se alzó con el trofeo. Un saludo y dos espresos, para el papá y la mamá de Alix, por favor.