La noche, el calor, las terrazas y el ambiente relajado pero con ganas de abrirse al mundo componen la cuadrilla perfecta para degustar las...

La noche, el calor, las terrazas y el ambiente relajado pero con ganas de abrirse al mundo componen la cuadrilla perfecta para degustar las sofisticadas combinaciones líquidas que los profesionales de la coctelería han hecho que cada vez estén más de moda. La era del ron-cola y del gin tonic a secas ha muerto y poco a poco se han ido haciendo fuertes las tendencias impuestas por los barmans hasta que los mojitos, daquiris y otras ecuaciones mucho más sofisticadas han llenado las cartas de muchos restaurantes que incluyen esta oferta o de específicos lugares donde ir a degustarlos.

Toda esta nueva generación de bebidas espiritosas ha ido acompañada por la paulatina aparición de licores premium como ginebras y vodkas, cuya cata a ciegas podría parecer una locura pero en la que apreciaríamos realmente un sinfín de matices que nos garantizan el por qué de estos nacimientos.

Hay muchos barmans y cocteleros ya consagrados. Las reuniones en forums para ver los avances de cada uno cada vez son más comunes y la maquinaria para descubrir nuevos aromas más complejas. Poco a poco, el creador de las bebidas se inmiscuye cada vez más en algún apartado de la cocina sólida aplicando técnicas que se utilizan en los fogones para dar más personalidad a los cócteles.

La única china en el zapato con la que nos encontramos ahora es la masificación de estas bebidas de autor allá por donde vamos, todo el mundo tiene que ofrecer un mojito o una piña colada y no, señores, no es lo mismo -como en todas las cosas- catar una bebida de las de verdad que una combinación hecha porque la moda lo dictamina.

Si pisan Madrid, no duden en visitar Macera, un nuevo taller-bar donde ellos mismos elaboran sus destilados, aunque una visita a clásicas coctelerías como Del Diego o el bar Cock, que siguen renovándose para encontrar líquidos con jalapeños, lichis o cilantro, son también obligadas.

Más transgresores, sin duda, los que elaboran en StreetXO, la barra canalla del triestrellado David Muñoz, pero si de Cantabria se tratara seguro que tendríamos que hacer una excursión a Taberna La Solía, en Liano de Villaescusa, donde oficia el laureado Oscar Solana, afamado por sus increíbles gintonics.

Clara PVillalón Miss Migas

Me llamo Clara, y lo soy. Soy creativa, testaruda, divertida y un poco locatis. No cierro discotecas y me gusta comer con las manos; si tengo que elegir me quedo con una cocina tradicional pero renovada, sin demasiadas esferificaciones ni metales preciosos.

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